jueves, 31 de julio de 2014

Singapur versus Tenerife, y la apuesta arquitectura contemporánea de calidad

Sobre la importancia de la arquitectura de calidad.


La estrecha relación entre la Arquitectura y el éxito turístico.

Escribir sobre Arquitectura en las islas es una oportunidad para poder ayudar a generar en nuestra sociedad una mayor conciencia y apreciación del valor que el buen diseño y la búsqueda de la excelencia y la sostenibilidad en arquitectura puede aportar en cualquier proyecto común que emprendamos. 

Vuelvo a una de mis ciudades-isla-país favoritos, Singapur. Quiero realizar una somera comparación de dos islas que me fascinan tanto por sus similitudes como –sobre todo- por sus diferencias: Tenerife y Singapur, en un aspecto, el turístico y su estrecha relación con la arquitectura.



Interesa particularmente preguntarse cómo se hacen las cosas en una y otra isla para que turísticamente nos vaya como nos va (ambas son modelos de éxito en materia turística, pero una lo es más que otra).

Coincide también la ocasión con la celebración en la Universidad de Verano de Adeje “Moldeando la naturaleza para crear vida” sobre arquitectura sostenible, donde me han invitado a hablar –precisamente- de Singapur. Todo ello me lleva a investigar sobre cómo moldea Singapur su propio paisaje, y a sí misma como isla, para conseguir incrementar el número de turistas y el PIB turístico y tener solo un 2% de paro. ¿Cómo es posible que Singapur tuviera 6.1 millones de visitantes en 2003 y en apenas 10 años ha llegado a tener 14.5 millones en 2012 mientras que Tenerife en el mismo periodo apenas ha incrementado su número de turistas extranjeros en 200.000 llegando en 2013 a batir todos los records con 3.930.000.?

¿Cómo se duplica el número de turistas en 10 años?



¿Cómo se duplica el número de turistas? Objetivamente podríamos dar muchas explicaciones y enfocarlo desde múltiples puntos de vista. Elegimos uno para empezar: la arquitectura, y en ella encontramos una de las posibles respuestas: Singapur duplica el número de turistas ofreciendo al visitante nuevas experiencias, cultura y entretenimiento, posicionándose y para ello apuesta por la calidad. Veamos los dos últimos ejemplos que Singapur ha puesto en marcha y que han contribuido a cambiar la imagen de esa isla-país: el hotel Marina Bay Sand y el Nuevo Jardín Botánico también en la bahía de Singapur.

Los jardines, Gardens by the Bay, diseñados por Wilkinson Eyre Architects para ser los nuevos jardines nacionales de Singapur es una obra de arquitectura aplaudida por su elegante diseño y calidad que ha reconfigurado el horizonte icónico Singapur. Hay que aplaudir además sus esfuerzos de sostenibilidad en el control de la luz, el calor y la humedad. Es un proyecto espectacular que exhibe con éxito la naturaleza en un entorno artificial diseñado con principios de sostenibilidad.

El otro ejemplo es el  Marina Bay Sand Hotel, conjunto de tres torres hoteleras unidas por una espectacular piscina con forma de barco que mira hacia la ciudad y el mar y un centro de convenciones y exposiciones, un centro comercial, un museo de Arte y Ciencia, y un casino. El complejo fue diseñado por Moshe Safdie.  Safdie también diseñó una ruta artística dentro del complejo, incorporando siete instalaciones de cinco artistas como Sol Lewitt, Antony Gormley y Zheng Chongbin integrando con sofisticación el arte con la arquitectura. Es un edificio pensado globalmente y no localmente que ha situado a Singapur en el mapa tal y como el Guggenheim situó a Bilbao en su día.

Pero lo más fascinante de Singapur es el futuro, pues muchas son las atracciones turísticas que se abrirán este año y que están perfectamente planificadas desde hace mucho tiempo y diseñadas por buenos arquitectos que apuestan por la calidad y la sostenibilidad, seleccionados tras transparentes concursos de ideas: El River Safari, el Kallang Sports Hub, el Jurong Lake District y la National Arte Gallery.

Mientras tanto, en Tenerife, en lugar de continuar la senda de planificación y apuesta por la calidad que se terminó de romper en 2003 en el Cabildo cuando se intentaba mejorar la calidad del skyline de la isla (Auditorio de Tenerife, Magma, Tea) nos limitamos a más de lo mismo, sirvan dos ejemplos: Un nuevo puerto en el Puerto de la Cruz anodino, más interesado en crear volumen edificatorio que en tener en cuenta el verdadero renacer turístico ni tampoco la historia de la ciudad, o para resolver la cuestión del Casino del Sur, copiando modelos hoteleros intentando atraer a la isla franquicias que ya tienen decenas de años, que no innovan y a las que la arquitectura, el paisaje y el lugar en donde están les traen sin cuidado.








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