Tengo una amiga a la que sé que la mera mezcla del título de esta entrada le horrorizará seguro, y probablemente a todos los de más de 50 les "chirrie" ( ¿ se dice así? ) un poco, pero lo cierto es que he descubierto esta noche el placer de jugar a un videojuego al mismo tiempo que me dejo deslizar entre las variaciones Goldberg de Juan Sebastian Bach que intenté aprender a tocar de pequeña en el Conservatorio, y que ahora disfruto en versión de Blandine Verlet con la editorial Auvidis.
Eso sí, el videojuego va de arqueología....
Supongo que esto no tiene mucho de parlamentaria pero como los parlamentarios también tenemos vida privada no veo por qué no puedo -muy de vez en cuando- comentar cosas que pasan fuera de la casa de Teobaldo Power.
5 comentarios:
Interesante combinación
¡ Qué bueno ! Me encantan ambas cosas. Además, a los de nuestra generación nos viene de maravilla el apasionante mundo de los videojuegos (constructivos, educativos,....) para aprender y enseñar. Y para hacernos más niños, algo imprescindible.
Nunca dejas de sorprenderme ;)
¿Cuál es el videojuego, que me quedo con la intriga?
Videojuego de arqueología?
El indiana jones and the fate of atlantis queda algo lejos ya...
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