Es la capacidad que tienen los árabes para crear, para
construir, para hacer de la nada paraísos y los paraísos siempre
se alojan en los desiertos más extraordinarios.
Históricamente siempre lo han hecho así, "Las mil y una noches"es uno de esos proyectos que alcanza al paraíso interior, a la
disposición de los palacios, a las miradas sobre las calles o hacia el
interior, a los secretos claustros y habitaciones, al trazado de los
jardines que es la imagen más cercana a dos enunciados
complementarios: el paraíso perdido y el laberinto.
Siempre ligado a una extraña concentración paradisíaca que tiene que ver con el
secreto, con los espacios acotados y con el peligro que acecha fuera
de sus límites: el harén y el oasis.
Y ahora lo han vuelto a hacer. Es horrible, pero a la vez, el conjunto es en algún sentido que no logro ni explicarme a mi misma mágico, increíble.
Dubai ha pasado de la nada a convertirse en uno de los destinos turísticos más demandados del mundo, con un inmenso aeropuerto con trámites fáciles para los pasajeros, con multitud de gente a todas horas por sus pasillos, con un puerto que es una maravilla de carga y descarga de todo tipo de mercancías que van y vienen entre oriente y occidente.
De vértigo. Todo en 20 años, la torre más alta del mundo, el único hotel de 7 estrellas del mundo, y encima buenos hoteles y baratos, y buen tiempo entre octubre y abril. En verano es insoportable: 50 grados, pero entre octubre y abril es como el Caribe pero sin la humedad, y con el agua del mar más fresca. Todo es superlativo. Pero para mi eso es lo de menos.
Lo que me sorprende vuelvo a repetir es su capacidad ques para crear, para
construir, para hacer de la nada paraísos en un desierto extraordinariamente enorme donde hasta hace poco no había absolutamente nada.
2 comentarios:
Ir a Dubai? Para?
Esto es lo primero que he pensado. Lo segundo, se me ha venido una imagen a la cabeza. Hoy he visto un mapa del mundo donde aparecen según colores los países que más internacionalizan su cultura en términos económicos. Los países árabes e islámicos tienden a cero. Me hizo pensar qué pasa con la cultura en esos países tan ricos. No sé si es una pregunta que puedes contestar.
Estuve en Libia, otro país rico en petróleo, hace unos años. Tampoco vi cultura; sólo algo de folclore y unas ruinas griegas y romanas fantásticas, pero semiescondidas. No les interesaba el turismo. Tienen petróleo. ¿Por qué le interesa el turismo a Dubai?, me pregunto.
Dubai no tiene capacidad de crear sino de comprar. Otra cosa es que como estrategia de imagen se haya dado o se haya incentivado la absoluta libertad de creación.
Sería suficiente que los empresarios y muchos políticos locales estuvieran en un lugar intermedio (bastaría con que fuera mínimo) de aceptación o de incentivación de la creatividad.
Sabes que muchas veces el problema lo tenemos aquí mismo (dime un hotelero en Tenerife que no empiece un hotel con el Bahía del Duque como referencia "estética") se recurre continuamente a arquetipos que se cree que funcionan y existe terror a cualquier propuesta novedosa, no voy a llamar vanguardista. Gente capacitada hay, empiezan a haber empresarios con formación que se dan cuenta de lo que hay, pero sobre todo hay pereza mental por parte de todos.
Claro que es más fácil echar la culpa a la libra, al precio del petróleo y a los turoperadores (foráneos casi todos, claro).
En el fondo el problema de Canarias es el de siempre, bajo, muy bajo nivel cultural sobre todo de muchos empresarios y políticos. Imagínate como debe ser el de la mayoría de la pobación: futbol, futbol, futbol, futbol ... ni al futbol les ganamos
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