Hoy mismo el Tribunal Superior de Hong Kong ha decidido retrasar la decisión sobre si se debe ordenar a los manifestantes pro-democracia despejar algunos tramos de las carreteras donde se levanta el campamento de protesta.
El Juez Thomas Au Hing-ching aplazó el caso hasta la próxima semana para permitir recoger más pruebas sobre los trastornos que estas protestas causan a la vida normal de la ciudad.
Los pro-democracia llevan bloqueando algunas calles siete semanas consecutivas, un acto de desobediencia civil en protesta por la negativa de Pekín a permitir una elección abierta del próximo líder de Hong Kong.
Las empresas de autobuses -parece ser- son las que están que trinan, sobre todo. Aunque los pro-democracia dicen que exageran, pero son estas compañías las que han presentado el caso ante la Corte de Hong Kong.
Me solidarizo con ellos y con lo difícil que lo tienen, pero a la vez me pregunto si es buena idea manifestarse alterando el tráfico en una ciudad tan complicada ¿deberían variar los pro-democracia su estrategia?
Por otro lado me pregunto por qué Occidente calla ahora, por qué hay un montón de heladas tierras intelectuales donde se mantienen actitudes perezosas tan neutrales en lugar de intentar ayudar a esta gente que solo quiere democracia, algo que nosotros ya tenemos, que sabemos que es imperfecto pero que no querríamos cambiar porque al fin y al cabo el poder reside en nosotros como pueblo.
2 comentarios:
Cierto que cada día salen menos en los periódicos.
Cierto que cada día salen menos en los periódicos.
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