Me preguntan en un post ( dentro del debate sobre las declaraciones de Luis Morera ) lo siguiente:
cuáles son realmente los problemas que se plantean desde la administración para ser la única región de este país que carece de una convocatoria reglada a la hora de realizar intervenciones arqueológicas -en el marco de proyectos de investigación-, conducentes al reconocimiento de las sociedades insulares desde los momentos iniciales de la ocupación humana de este territorio hasta la incorporación a la Corona de Castilla
Me resulta difícil de explicar. Porque resulta difícil de creer. La competencia en Arqueología fue casi la única que no se transfirió a los Cabildos en materia de patrimonio histórico. Sin embargo en la plantilla de personal de la Comunidad Autónoma no hay ningún arqueólogo. Ni nadie que se ocupe de esa materia ni se quiera ocupar. ¿ Culpa de los políticos? Tal vez, pero no totalmente. Es la estructura de la Comunidad la que no funciona. Cuando estuve en la Viceconsejería lo intenté hasta que me quedé sin fuerzas. Evidentemente el que estaba en ese momento de Director General de Patrimonio ni siquiera se paró a pensar en el tema, pero tampoco creo que aún empujando lo hubiera conseguido poner en marcha.
Tampoco hay partida presupuestaria porque todo el dinero destinado a Patrimonio Histórico que viene en parte del 1% cultural se incluye en el Plan de Patrimonio Histórico de Canarias 2001-2010 que se pacta con los cabildos, y que incluye obras en yacimientos arqueológicos o museos arqueológicos pero no incluye investigación ( tampoco sé por qué en el momento en que lo firmamos- yo estaba en el Cabildo- no hubo manera de que la Comunidad lo admitiera ).
Por lo tanto si no cambiamos el Gobierno por dentro no tiene solución.
Hay que empezar por la modernización de las instituciones. El gobierno de canarias (no solo sus políticos sino ) SU ESTRUCTURA FUNCIONA MAL. Las estructuras de cada consejería solo parecen creadas para dar la sensación de estabilidad y seguridad a sus funcionarios. Tienen la sensación de ser intocables, y realmente lo son: no hay una política de control de la función pública y del personal como había en el cabildo de Tenerife. Imposible de cambiar… pero sin embargo tiene que cambiar, lo que no sé es como.
Muchos políticos somos conscientes pero no todos los que deberían y por tanto nada se mueve y todo huele a podrido, al menos a mi me huele mal y me cansa tanta lentitud a la hora de abordar los cambios que tarde o temprano alguien tendrá que hacer. Ya sé que no es fácil y que cualquiera que toque la función pública para mejorarla probablemente acabe perdiendo el poder pero hay que intentarlo. Pero ningún partido se meterá ahora en eso, es más algunos se hacen los locos y no lo reconocen. Todo está perfecto y la culpa es solo de los políticos, pues no, las culpas son compartidas. Y de verdad que intenté por todos los medios, sola, cambiar algo la Viceconsejería por dentro pero no pude sino arrancar algunos rastrojos, lo demás, en patrimonio al menos, sigue igual. O peor, si es que eso es posible. Y es una pena porque me consta que la Directora General tiene buena intención y al menos sabe lo que es la Arqueología...
7 comentarios:
Acabo de entrar en tu blog , he visto que finalmente has colgado mi texto , y que te ha servido para intentar abrir un debate sobre la situación del patrimonio arqueológico en la región. Como son muchas las personas de CC que siguen tu blog... y muchas otras que no lo son pero que también lo siguen (y que me reconocerán por las iniciales ordenadas), creo viene muy bien para acallar a quiénes insisten en tu corresponsabilidad para entender la situación actual de esa parcela del patrimonio en canarias...
Veremos el efecto que causa...
Creo, por otra parte, deberías haber hecho hincapié y aprovechado mucho más tu papel en el reconocimiento de la necesidad de activar mecanismos de investigación sobre el patrimonio arqueológico, hasta el punto que siendo consejera del Cabildo inicias, tras la creación de la comisión de arqueología y etnografía, un programa dirigido a la catalogación de esos bienes patrimoniales con un carga y esfuerzo presupuestario sin precedentes, como paso previo a establecer los mecanismos de gestión /protección de los mismos.
La máxima de partida fue: difícilmente se puede explicar/divulgar, gestionar y proteger aquello que no se conoce y para conocerlo hay que establecer las estrategias de investigación necesarias, asesorada por quiénes, en principio, conocen las vías más adecuadas.
Tanta importancia se le ha concedido a ese programa que -a pesar de no haber vuelto a convocar a aquella comisión desde que te marchaste del cabildo, entre cuyas actuaciones estaba prevista el control de los resultados de esos trabajos-, todavía se sigue invirtiendo y, por tanto, trabajando para completar, al menos, el catálogo del patrimonio arqueológico y etnográfico insular.
Es verdad que no con las exigencias iniciales de partida pero, por lo menos, se logrará obtener una relación general y decisiva para esta isla. Y eso... a partir de tu esfuerzo que me consta fue inmenso -sólo para eliminar toda la carga de prejuicios que te acompañaban cuando oías eso de arqueología/arqueólo@s-, y sin falsas modestias, del mío...menos intenso que el tuyo, pero bueno...
Besitos
Coincido plenamente con esos planteamientos, porque la única forma de tomar conciencia del mundo en que vivimos es mediante el conocimiento. La divulgación es el pariente pobre de la actividad científica, y es una obligación que tienen los investigadores, sobre todo aquéllos que trabajan con fondos públicos. La comunidad científica debe acercar la Ciencia a la sociedad, y eso incluye otras disciplinas que no encajan en ese marco exactamente, como la Historia. Sólo de esa forma nos inmunizamos frente a determinado tipo de usos, abusos y malos imitadores. Una población informada puede expresar (y debe) expresar su opinión sobre temas como el modelo energético (¿volvemos a lo nuclear? ¿apostamos por las energías renovables?). Y dentro de la sociedad también están sus políticos, que han salido de ella. De esa manera, puede quedar claro por ejemplo que determinadas terapias que se venden como curativas y que (se pretende) financie la sanidad pública, no son tal (pónganse aquí todas las mal llamadas medicinas alternativas). Es en el desconocimiento, del pasado, de la Historia, de la Ciencia, donde medran los vendedores de crecepelo. Los que dicen que unos bonitos majanos décimo nónicos son pirámides prehispánicas (y montan un quiosco jugando al despiste, llamándolo parque etnográfico y no parque arqueológico); los que pretenden construir realidades estatales a base de mitos nacionales, los que juegan, en definitiva, a contar una historia, que no una Historia.
P. D. Si no me falla la memoria, la autora de este blog ha sido de las pocas personas que, durante su período de responsabilidad pública, alzó su voz frente al chiringuito güimarero bendecido por el difunto Thor Heyerdal.
Dulce lo que cuentas es increible.
Gracias
Muy clara y valiente mdcm, se nota que conoce de lo que habla. Y supongo que como yo lamenta que no se hable más de arqueología. Y que a veces se entre en este blog y no se escriba por miedo. Eso me ha dicho un amigo ¿Miedo a qué? Nadie puede ser perseguido por sus opiniones. Y además nadie se va a enterar desde donde estás escribiendo. Esto es Arqueología, no la CIA.
La verdad Dulce que no sé como vamos a tener política de patrimonio histórico con los directores generales que nos han tocado en suerte gracias a tu partido.
Y ya sé que no todo lo hacen mal pero en Canarias han puesto a incapaces en Patrimonio Hsitórico desde hace demasiados años, no me digas que no estás de acuerdo.
La última, Aránzazú, prometía porque parece que venía de un Cabildo y eso pero lo cierto es que tampoco ha hecho nada de nada. Tu hubieras hecho algo aunque no te hubieran dejado. O te habrías marchado como estás pensando hacer ahora.
Leyéndote se me ocurren algunas preguntas.
¿Estás satisfecha por tus esfuerzos para proponer o elaborar normas durante tu tiempo en la VIceconsejería? Parece que nada pudiste hacer con la arqueología –a pesar de que dices que en Cabildo lo pediste–, la Ley de Bibliotecas sigue aún hoy siendo una promesa –que va camino de convertirse en una provocación–, el conjunto de competencias traspasadas a los cabildos están en un texto cercano a la ininteligibilidad –y no parece que haya habido esfuerzos por aclararlo, reformarlo o terminarlo–. Seguramente habrá muchas más cosas (como lo que ahora parece que vas a proponer para apoyar el audiovisual).
¿Estás satisfecha con los esfuerzos por mejorar la normativa que hiciste?
Como podría estar sarisfecha? No lo estoy
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