El año fundacional de la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI) hoy desaparecida del panorama político, pero que sigue perviviendo en el imaginario colectivo, fue el año de 1983. La ruptura total de la UCD en mil pedazos, la negativa del PSOE de admitir entre sus filas a personas como Manuel Hermoso y Adan Martín y el espíritu muy insular e independiente de diversas personas que coincidían en trabajar por los primeros años de la democracia, llevó a su constitución por cuatro alcaldes de la isla. El quinto en sumarse fue Manuel Hermoso. Luego vinieron muchos más.
Aquel primer programa electoral de 1983 para la ciudad de Santa Cruz comenzaba con una carta soñada lanzada a los ciudadanos como una esperanza.
Decía así:
"El día 3 de mayo de 1994 amanecerá despejado sobre Santa Cruz. El sol, sobre el horizonte de los muelles, iluminará las ventanas de una ciudad madrugadora, tibia, llena de vitalidad y vestida de colores en sus fiestas de la primavera.
Ese día, los ciudadanos de Santa Cruz, al salir de sus casas leerán las páginas de un capítulo en la historia, andarán sobre los 500 años de apellidos arribados del mundo, habitarán una ciudad de medio milenio proyectada hacia el futuro.
Ese día, cinco siglos atrás, un hombre de Europa llegó a Canarias para hincar un pabellón sobre la tierra costera de una isla que daría hijos ilustres, retoños que la engrandecieron abriéndola al mundo.
A través de esos quinientos años, Santa Cruz habrá dado el salto final hacia Europa. Santa Cruz será una ciudad moderna, ágil, hospitalaria, agradable, importante. Santa Cruz será sede de vanguardia en la cultural del continente Europeo centralizadas en el Parque Viera y Clavijo.
En sus muelles, barcos que navegan por todos los mares del mundo, dejarán hombres, mercancías y riqueza. En su Parque Marítimo, alineado junto a las ramblas marinas de la Avenida de Jose Antonio, cerca de la nueva ciudad de Cabo-Llanos, el pueblo de Santa Cruz disfrutará de su ocio en un complejo de piscinas y recintos deportivos y de expansión y admirará, la estampa de un muelle deportivo cuajado de veleros y cruceros que descansarán del oleaje en los brazos abiertos al mar de una ciudad ubicada en el corazón del Atlántico.
El día 3 de mayo de 1994 amanecerá sobre una ciudad situada a escasas horas de los centros más importantes de Occidente. Se abrirá la mañana sobre un núcleo urbano activo, hotelero, comercial, pionero en la exportación de tecnología punta y residencia de figuras científicas y técnicos que encontrarán en nuestra ciudad el milagro de una urbe moderna y dinámica, al tiempo que una residencia apacible, una ciudad "para vivir".
Hacia el Sur, una colina de césped y paseos hará imposible imaginar que, debajo, existió una vez una montaña de basuras. Desde San Andrés llegarán los ecos de un público congregado en el Estadio Olímpico de la ciudad y un grupo de automóviles pasará hacia el Palacio de Exposiciones y Congresos.
Yo quisiera que el hombre que ocupe la alcaldía de Santa Cruz en 1994, tenga el honor de representar a los ciudadanos de una capital de Europa, de una ciudad del mundo.
A nosotros nos ha tocado vivir un capítulo anterior en la historia de Santa Cruz. Nuestra capital es hoy una ciudad que camina con paso firme hacia las ilusiones del mañana cercano.
Para llegar a él, ha sido necesario el esfuerzo de muchos y la colaboración de todos.
Nosotros creemos en la ilusión. Nosotros vivimos con la certeza de que Santa Cruz cumplirá 500 años con el rostro de una urbe proyectada hacia los cinco continentes.
Nuestro trabajo, de ayer, hoy y mañana, consiste en preparar los surcos, depositar la semilla y regar el sueño. Estamos haciendo de SAnta Cruz una ciudad para trabajar y disfrutar. Dejaremos a Santa Cruz la puerta abierta al futuro. Para ello han sido necesarias muchas pequeñas obras, porque son las pequeñas piedras las que hacen grandes ciudades, se requerirá proseguir ese trabajo a veces oscuro, callado, sistemático.
Pero estamos auténticamente contentos porque sembramos progreso para el mañana. Soñar, con los pies en el suelo, es necesario. Ilusionarse es vital.
Santa Cruz es una flecha lanzada hacia el mundo. Y yo quería decírselo a todos personalmente.
Afectuosamente"".
La carta está firmada por Manuel Hermoso pero fue pensada por Adán Martín y redactada por un periodista aún hoy en activo. En ella se encuentran muchas de las claves de lo que ha venido sucediendo en todos estos 30 años en Santa Cruz. Ver lo señalado en negrita.
3 comentarios:
Que interesante Dulce, o sea que todas esas ideas, el Palmetum, el Recinto Ferial y el Parque Marítimo venían de 1983?
Gracias Dulce, no creo que este document este ni en el partido. Allí se borró toda existencia de ATI
Una cosa, y el estadio que menciona en san Andres fue el que luego se hizo en Tincer?
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