Una vez, una amiga me dejó escrita en una servilleta una frase de Epicuro:
Vive oculta. Disfruta cuanto quieras pero a cubierto.
Luego nos distanciamos, en realidad éramos terriblemente distintas.
Y volvimos a encontrarnos.
Para volver a distanciarnos.
En el último -y temo que definitivo- acercamiento me prometió darme algo que no llegó a darme nunca.
Según ella nos reflejaba:
Puede que tuviera razón.
5 comentarios:
Dulce, que entrada más rara esta ¿ De qué va? Me has dejado sorprendida, tu siempre tan clara y concreta.
Ahí estás tú, en esa servilleta. Hasta ahora te admiraba. Ahora empiezo a quererte. (Estoy tras la pista de Cairasco. A ver si la cosa prospera.)
No sé si sería tu intención, pero desde el punto de vista literario-gráfico tu "Historia de un desencuentro" me parece un microrrelato genial. Te lo digo sinceramente. Regálanos a los lectores que te seguimos, de vez en cuando, algo así. Todavía sigo pensándolo.
Poooos... ma' gustao. De verdad. :)
Esa amiga tuya debe ser un poco tonta, o tal vez esté loca si se distancia de ti.Si lo bueno que tienes que es eres distinta y no te acoplas a los demás sino que sigues siendo tu misma.No cambies por favor.
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