martes, 13 de marzo de 2018

UN PRITZKER PARA DOSHI


El Premio Pritzker de este año ha recaído en Balkrishna Doshi, arquitecto de 90 años y urbanista, autor de más de 100 proyectos a lo largo de su vida. Doshi es uno de los arquitectos más influyentes de la India posterior a la independencia y el primer arquitecto indio en recibir el más alto honor de la arquitectura. El jurado del Pritzker resalta que "con un entendimiento y apreciación de las profundas tradiciones de la arquitectura india, Doshi unió la prefabricación y la artesanía local y desarrolló un vocabulario propio en armonía con la historia, la cultura, las tradiciones locales y los tiempos cambiantes de su país de origen, la India".


Formado por Le Corbusier y Louis Kahn, este prolífico arquitecto fusiona su experiencia con su educación modernista logrando una sensibilidad claramente india en todas sus obras. Domina el contexto, el lugar en el que actúa, se inspira directamente en el paisaje y entorno social de cada proyecto y sus diseños enfatizan la conexión con la naturaleza y la responsabilidad social. 

Como educador Doshi ha inspirado a generaciones enteras de estudiantes con sus ideas:

"Todos los objetos que nos rodean, y la naturaleza misma -luces, cielo, agua y tormenta- todo está en una sinfonía. Y esta sinfonía es de lo que se trata la arquitectura. Mi trabajo es la historia de mi vida, en constante evolución, cambio y búsqueda, intentando quitar el papel de la arquitectura y mirar solo la vida ". 

El corpus de las obras de Doshi muestra que los edificios contemporáneos excepcionales pueden ser expresiones de los valores culturales más profundos de un país, que la arquitectura es la síntesis de muchas preocupaciones complejas y, sobre todo, un telón de fondo para la vida, donde el arquitecto está al servicio de los demás.

Sus intervenciones en la naturaleza son muy sensibles y conservan la escala humana en el paisaje construido por el hombre. Hace feliz saber que Doshi es el ganador el premio Pritzker. Los valores atemporales que él representa, personal y profesionalmente, su capacidad real de hacer que la arquitectura sirva para facilitar y crear entornos centrados en la sociedad, son méritos que deben ser reconocidos globalmente como la mejor práctica de la arquitectura.

Doshi trabajó con Le Corbusier, supervisando sus diseños para la ciudad de Chandigarh. también colaboró estrechamente con Louis Kahn en el Instituto Indio de Administración en Ahmedabad en la década de 1960. 

Es muy conocido por su trabajo pionero de viviendas low cost, Aranya, construidas en Indore en 1989 con capacidad para más de 80,000 personas en un complejo de casas y patios, entrelazados con un laberinto de caminos internos, con las casas diseñadas pensando en su adaptabilidad.

Otra de sus obras emblemáticas es su plan de 1986 para Vidhyadhar Nagar, una ciudad satélite de 350,000 personas cerca de la ciudad vieja de Jaipur, en la que combinó características de planificación utópica modernista con antiguas tradiciones hindúes. Se basó en elementos de la planificación cosmológica de la ciudad histórica, que se basaba en un mandala, diagrama simbólico budista, y lo fusionó con sus propios intereses en viviendas con patio.

Como todas las personas geniales fue un adelantado a su época prestando atención a los aspectos de conservación de la energía eólica, la orientación solar de las casas, la reutilización del agua de lluvia.  

"Balkrishna Doshi siempre ha creado una arquitectura seria, nunca llamativa ni seguidora de tendencias", dice el jurado del Pritzker, elogiando su trabajo por encarnar "un profundo sentido de la responsabilidad y un deseo de contribuir a su país y a sus habitantes a través de una arquitectura auténtica de alta calidad ".

A pesar de su éxito y fama, siempre ha sido accesible, ha tratado a las personas independientemente de su edad, sexo y experiencia a la par. Quienes le conocen dicen que su espíritu joven, curiosidad y apertura son inagotables e inspiradoras.  Alegra saber que la comunidad global se toma su tiempo para darnos una lección a todos y hacernos repensar hacia dónde se dirige la arquitectura contemporánea.


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