En Torun, Polonia, durante la construcción del CKK Jordanki, en el equipo de Fernando Menis apostamos por seguir la filosofía del kilómetro cero en la
arquitectura, lo que consigue una arquitectura contemporánea de calidad pero
respetuosa con el paisaje y con el medio ambiente.
Tratamos de materializar arquitectónicamente los
“deseos” del territorio respondiendo a los problemas de la arquitectura y la
sociedad
Esto incluyó una serie de compromisos para adaptarnos
mejor a la realidad de la gente de Torun, una vuelta a los orígenes y a la
lógica:
1. Utilizamos y trabajamos en Torun con productos de naturales de la zona.
Históricamente la ciudad protegida por la Unesco se construyó de ladrillo rojo
porque era lo que proporcionaba la tierra de la zona, nosotros hemos utilizado
el mismo ladrillo rojo pero de una manera contemporánea. Para la construcción
del CKK Jordanki se ha trabajado con empresas de máximo prestigio como Cemex o
Zumtobel, preocupados por la sostenibilidad de sus productos. Por ejemplo,
siempre que los requerimientos técnicos no indicaban lo contrario se han
utilizado lamparas led para conseguir un considerable ahorro energético.
2. Respetamos el paisaje natural que rodea al Auditorio. Tal y como hemos
indicado el proyecto está diseñado para cubrir
menos de la mitad del área del sitio quedando un gran parque en superficie, enterrando hasta el 60 % de la superficie
construida, consiguiendo por un lado una completa integración con el ambiente
de la ciudad, manteniendo el parque Jordanki como un espacio verde, y
consiguiendo asimismo un considerable ahorro energético, al aumentar la inercia
térmica del mismo al estar la mayor parte de su superficie enterrada.
3. En el edificio el diseño sostenible ha sido
prioridad: se han estudiado dos caminos
para reducir considerablemente las pérdidas calóricas a la atmósfera. Por un
lado al tratarse de un edificio multifuncional se ha dotado de un sistema de
climatización completamente flexible, de modo que sólo se climatiza aquella
zona quq realmente se está usando, no produciéndose pérdidas innecesarias de
calor en recintos que no se están utilizando. Además, la gran inercia térmica
del edificio, con muros armados de 70 cm de espesor en su interior, permiten
conservar toda la todo el calor que se genera en su interior, con todo el
ahorro energético que eso supone.
4. Favorecimos el consumo de materiales
locales, comarcales o lo más cercanos posibles a la hora de edificar o
rehabilitar, reduciendo la emisión de CO2 a la atmósfera producida por el
transporte de materiales de construcción. Todos los materiales utilizados en el
edificio proceden de suministradores locales; incluso el ladrillo que se
utiliza no solo es el del lugar, sino que es el desechado en la fabricación de
ladrillo de más calidad de las empresas de la zona, ya que su uso no requiere
unas grandes cualidades de acabado al picarse toda la superficie del mismo.
Esta reutilización de material permite utilizar unos ladrillos que de otra
manera serían desechos.
5.Utilizamos preferentemente mano de obra del lugar. Todas las empresas
que han trabajado en la obra proceden en su mayor parte de la economía local de
la zona lo que permite un desarrollo directo de la zona mediante la
construcción del edificio, lo que contribuye en un mayor desarrollo social de
todo el municipio.
Por último no podemos olvidar todo el desarrollo social que un edificio
de estas características supone para la región, considerado en la declaración
de la Agenda 21 de la Cultura como cuarto pilar del desarrollo
sostenible”.
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