"Me sentía ligera después de la
inesperada siesta. Chequeé el móvil y no tenía sino las llamadas perdidas de
Pedro.
Eso solo podía significar que estábamos
sin novedades en el caso. Decidí que ya que no me daba tiempo de hacer
ejercicio al menos me subiría al vibropower. Luego llené la bañera y me di un
baño. Mientras dejaba que el pelo comenzara a secarse escribí un e-mail a
Marina Tabares contándole cómo estaban las cosas y que ya tenía pasaje
confirmado. Le pedí que pensara si debíamos tener alguna atención con la
estancia de Jules Dicker. No había hablado con él pero tal vez necesitara
nuestra ayuda. Tocaron en la puerta de mi habitación. Era otro paquete de mi
padre. Un vestido para la fiesta familiar.
Esta vez era de Marni. Qué bien me
conocía mi padre. Quería llevarme por el camino de vuelta a la vida glamorosa que
él deseaba que llevara. Pero yo había elegido la sobria Policía Nacional
Española. Me lo probé. Era un vestido saco, con solo algo de forma en la
cintura, de tres rallas amplias, una gris y azul a los lados y una franja negra
ancha en el centro. Todos los tonos apagados y discretos que sabe que me
gustan. En la falda tenía unas flores japonesas geométricas en rojo oscuro bordeadas
en blanco. Era austero y minimalista, pero muy sexy a la vez.
Llamé a mi padre
para darle las gracias pero no me contestó. Me lo probé con los zapatos de
tacón alto de Prada, así es como iría mañana a la comida familiar. Me desvestí
y terminé de secarme el pelo.
La lavandería ya había devuelto mi ropa
y me puse los mismos vaqueros de los últimos días y una camisa blanca con las
mangas vueltas y el cuello desabrochado. Cuando casi iba a salir de mi
habitación sonó mi móvil, era Sâo Joao:
–¿María? Soy el Inspector Joao.
–Hola, sí, soy yo, ¿cómo estás?, ¿qué
tal van las cosas por ahí?
–Te cuento: hemos interrogado a la
empleada de la galería de Núñez. La chica no sabe nada de nada de Anchieta pero
sí me ha confirmado que su jefe tenía relaciones habituales con Canarias.
–Ajá –dije."
1 comentario:
Me gusta mucho esto de "Quería llevarme por el camino de vuelta a la vida glamorosa que él deseaba que llevara. Pero yo había elegido la sobria Policía Nacional Española."
Ja, ja , ja eso sí que es un padre cojonudo
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