Contribuir desde las páginas de este periódico a la
comunicación sobre arquitectura, comportamientos y modelos de desarrollo
sostenible, y a crear una cultura socio ambiental que sea mejor cada día me
lleva a escribir sobre los paisajes arquitectónicos de la novela negra.
El lado oscuro de las ciudades aparece reflejado en
la literatura criminal de maneras muy diversas y casi siempre de manera
realista, lo que refleja el afán de documentación sobre la realidad que muchos
de los escritores de novela negra realizan con rigor.
Podríamos
hablar en detalle de múltiples novelas y ciudades, como Mitología de Nueva York, de Vanessa Montfort, Donostia de Jon Lauko, Estocolmo en la novela Los hombres que no amaban a las mujeres de Stieg Larsson, las
ciudades de Paris y Grasse de El Perfume
de Patrick Süskind o La ciudad de La Laguna de Mariano Gambín. Empecemos por la
Suecia de Maj Sjöwall y Per Wahlöö y comparémsla con la Suecia de ahora, donde
la arquitectura contemporánea de calidad acompaña a la mejora y diversidad de
todos los índices del país.
Cuando Maj Sjöwall y Per Wahlöö nos describen la
Suecia de los años 60 y 70 en sus novelas sobre el detective Martin Beck
podemos ver una Suecia desconocida para los europeos del sur, pero por otro
lado, un reflejo de gran parte de nuestros problemas de hoy día en España, Italia, Grecia.
Maj Sjöwall y Per Wahlöö describen por ejemplo,
cuando En 1967, se cometen una serie de asesinatos
donde las víctimas son niñas. El caso surge justo en medio de otro
caso de menor entidad pero que estaba preocupando a la población sobremanera,
el caso de un ladrón que atacaba de forma violenta a sus víctimas en los
parques públicos de la ciudad.
Estos escritores suecos siempre se caracterizaron
por denunciar la pasividad de la
sociedad sueca en la que vivían. Describen escenas burguesas que
nos dejan el reflejo de una sociedad a la que no parece importarle mucho lo que
le ocurra al otro.
En una de sus novelas, Asesinato en el Savoy (1970)
la historia que cuentan se convierte en un pretexto claro para la crítica evidente de una sociedad sueca
desgastada por el crimen. Su trama excelente sobre la corrupción y
la brutalidad policial de la
sociedad sueca de la época de los setenta nos enseña la vertiente más
amoral de una sociedad en
descomposición.
Suelto: Las
novelas son una forma brillante de
denunciar las injusticias sociales y el lado oscuro de las ciudades
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Sus novelas son una forma brillante de denunciar las injusticias sociales y el lado oscuro de
las ciudades sin olvidar la trama policíaca. Todo esto
me lleva a analizar la Suecia de ahora y entonces nos encontramos con
que los indicadores sociales nos
muestran un país que parece haber superado esa crisis de los 70 ¿en qué
medida es cierto y qué medida no lo es puede ser interesante de cara a saber qué puede pasar en países como España, Italia
o Grecia? Veamos un dato relevante: tan solo un 7’9% de paro en la
actualidad. ¿Cuánto daríamos en España por una cifra así?
Esta recuperación va acompañada por numerosas
apuestas por la arquitectura contemporánea de calidad, entre las que destaco
una, el frente marítimo, que tanta relación tiene con tantas y tantas novelas
negras, ya que en los puertos y las zonas portuarias ocurren innumerables
crímenes.
Este edificio, el Stockholm Waterfront Congress
Centre, de White arkitekter, está diseñado con soluciones flexibles y
tecnología avanzada que ofrecen enormes posibilidades para crear el lugar
perfecto. En el corazón de Estocolmo,
junto a la estación centra y a lo largo de la bahía de Riddarfjären, la
estructura de capas y la ondulación de las mismas así como su brillo crean una
emocionante vista del horizonte, el centro histórico y el nuevo distrito de
negocios cada vez más dinámico. Quizás en Tenerife tenemos algo que aprender de
nuestros vecinos suecos ¿no creen? Es un país pequeño que ha logrado ser muy
competitivo y más amable con sus ciudadanos.
2 comentarios:
Me encanta este artículo Dulce, lo vi en el periódico el Día y me pareció de nivel como para publicarlo en el país. Gracias por escribir de arquitectura así, con cierta ligereza y mirando la belleza de los edificios desde un punto de vista menos academicista y más mundano. Es un arte que requiere esta perspectiva.
Es cierta esta reflexión sobre las novelas negras, realmente los escritores se las curran.Sus novelas son una forma brillante de denunciar las injusticias sociales y el lado oscuro de las ciudades sin olvidar la trama policíaca. Totalmente de acuerdo. Bonito artículo.
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