Se ve que he comenzado este año con ganas, pues nada más levantarme me he puesto a redactar este primer borrador de propuesta de ley sobre las ayudas que recibe la sociedad civil organizada en asociaciones, fundaciones, etc. Después de las discusiones que hemos vivido últimamente sobre el CCPC o la ATAO y después de darle vueltas he llegado a la conclusión de que para evitar arbitrariedades sería conveniente aprobar en el Parlamento de Canarias una ley escueta y austera como esta que garantiza la igualdad de oportunidades.
Aún así, como es solo un primer borrador que aún no he presentado ni a mi grupo quisiera ponerlo a disposición de ustedes por si quisieran hacerme llegar sugerencias y comentarios al respecto. Gracias y feliz año a todos.
Ley Canaria de subvenciones y ayudas públicas al tercer sector.
Preámbulo.
La presente Ley Canaria de subvenciones pretende lograr un marco estable para que las decisiones políticas en materia de subvenciones se desarrollen con el cumplimiento del principio de igualdad de oportunidades. Este es, sin duda, el objetivo esencial en el que se debe enmarcar esta ley.
La Constitución española se inscribe, de forma inequívoca, entre las constituciones democráticas más avanzadas del mundo occidental, y por ello establece las bases de la igualdad entre todos los ciudadanos y de su participación en la vida pública de nuestro país.
La sociedad civil conforma lo que hemos dado en denominar el tercer sector.
Entendemos por tanto por tercer sector, aquel formado por un espacio ocupado y organizado por la sociedad civil, separado e independiente del sector público y del mercado ( sector privado ), que responde a distintas funciones en la sociedad, siempre sin ánimo de lucro.
El tercer sector, o la sociedad civil organizada a través de instituciones privadas de diversa personalidad jurídica ( fundaciones, asociaciones culturales, asociaciones profesionales, colegios profesionales, etc. ) ofrece nuevas posibilidades de interacción entre diferentes sectores de la sociedad ofreciendo con mayor flexibilidad que los otros dos sectores ( público y privado ), posibilidades emergentes de generación de empleo o funciones importantes en la lucha contra la exclusión social, ámbitos en los cuales ni el mercado ni el sector público pueden responder siempre.
El tercer sector tiene también funciones importantes en el mantenimiento y desarrollo de la democracia y la justicia social, y en la protección de los intereses de la sociedad civil en general.
Artículo 1.- Subvenciones
1. Las administraciones públicas de Canarias, en el ámbito de las respectivas competencias y según las disponibilidades presupuestarias, otorgan subvenciones y otras ayudas económicas a las asociaciones de interés social, cultural, deportivas y similares sin ánimo de lucro.
2. Las subvenciones deben determinarse teniendo en cuenta la relevancia para el interés general de las correspondientes actividades que estas asociaciones realicen.
3. El otorgamiento y gestión posterior de las subvenciones y ayudas deben ajustarse a los siguientes principios:
a) La concurrencia de todas las asociaciones interesadas, mediante la correspondiente convocatoria pública.
b) El establecimiento de los criterios mínimos para resolver la distribución de las subvenciones.
c) El establecimiento de los mecanismos necesarios que permitan comprobar la correcta aplicación de las subvenciones en los términos y condiciones en que hayan sido otorgadas.
4. El órgano de gobierno es el responsable de la gestión de las subvenciones y las ayudas económicas en caso de incumplimiento de las condiciones de aplicación establecidas.
5.- El acceso a las subvenciones y ayudas públicas está condicionada a, en todo caso, la inscripción previa en el Registro de Asociaciones.
Artículo 2.-Garantía de continuidad y estabilidad de los servicios prestados.
1.- En los casos en que las asociaciones desarrollen planes de trabajo de interés social a medio y largo plazo y ofrecen servicios de forma estable, sin ánimo de lucro, pueden establecerse formas de convenio de acuerdo con la normativa vigente.
2.- Solo en este caso podrá prescindirse del principio de concurrencia pública debiendo constar informe motivado en relación con los servicios que prestan y la conveniencia de su continuidad y estabilidad en el tiempo.
3.- Dichos convenios no podrán firmarse por más de 5 años, debiendo revisarse y evaluarse a su término.
4.- Transcurrido el plazo de 5 años las entidades civiles que hayan demostrado una correcta prestación de los servicios convenidos tendrán derecho a la renovación de los mismos por similar periodo.
DISPOSICIÓN FINAL
La presente Ley entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el «Boletín Oficial de Canarias».
10 comentarios:
Interesante proyecto yo trabaje como técnico para una ONG entre enero y julio de 2009 y es lamentable el despilfarro y descarada malversación de los dineros públicos por ésta recibidos.Destacar también que el ambiente de "progresismo" en dicha ONG hacía un ambiente de trabajo duro donde no se podía hablar de ciertos temas sin exponerte a represalias...no te voy aburrir con este tema al que podría dedicar un libro pero lo saco a colación para sugerirte un punto "bis" o quizás inclusive un desarrollo reglamentario conciso en la parte de "asignación de dineros públicos" de este proyecto que estas madurando.........Aristiguieta
Interesante pero Dulce ¿no existe ya una Ley de asociaciones en Canarias?¿no incluye el control de las subvenciones a las mismas?
gracias Aristiguieta, tendré en cuenta lo que comentas del desarrollo reglamentario.
Olga, es curioso, pero la ley de asociaciones que mencionas no lo recoge...
Lo que sí existe es una ley general de subvenciones estatal que por lo que he leído de tu proposición no de ley es bastante más completa y taxativa.
http://portal.grancanaria.com/portal/RWcab/DOCUMENTOS/1/1_493_1.pdf
Entiendo que es solo un primer comentario sobre el tema. Un primer aspecto que echo en falta es saber quién concede las subvenciones. Es decir, establecer criterios objetivos y comisiones independientes que distribuyan las subvenciones y apoyos. Y aunque hay que respetar los criterios políticos de reparto, deben ser siempre limitados. Por otra parte, coincido plenamente en la necesidad de establecer criterios y baremos "lo más objetivos posibles" - con lo difícil que esto puede resultar - para la distribución de los dineros públicos.
Dulce, plantéate por qué no incluir tu propuesta en la Ley de Asociaciones de Canarias. Piénsalo al menos y dime qué te parece esta idea. Gracias.
El problema es que si el "tercer sector" (horripilante nombre) se financia con dinero público, se convertirá inmediatamente en sector público
Al tercer sector se le llama así desde hace mucho tiempo, resulte horripilante o no es la forma común de llamarlo.
En cuanto a que ¿ empiece a financiarse con dinero público? Siempre se ha financiado con dinero público en parte. Siempre, en Europa, al menos, y lo hay que hacer es ordenarlo.
las ONGs, como Cáritas, o Cruz Roja, en otro ámbito distinto al de la Cultura se han financiado siempre a través de donaciones privadas y subvenciones públicas y no por eso se han convertido en "sector público" eso es literal y jurídicamente imposible. Y lo mismo ocurre pero son menos conocidas con instituciones como el Gabinete Literario, el Circulo de Bellas Artes, la Acedemia de Bellas Artes de San Miguel Arcangel o el Museo Canario, por poner cuatro ejemplos de las islas.
Me explicaré de otro modo: si la supervivencia de estas entidades depende del dinero público que reciban, ¿no es lógico pensar que serán más "receptivas" a las instrucciones, sugerencias, insinuaciones que les transmita expresa o tácitamente la autoridad que las financia? Por aquello de no morder la mano que te alimenta...
Esto, como observación de oportunidad política si me la permites. Si la llevamos más lejos podríamos acabar preguntándonos para qué queremos al "primer sector" si el tercero colma todas las necesidades del interés general, pero en fin no quiero meterme en esto.
En cuanto al texto de la ley, lo más relevante parece el artículo 2, la posibilidad de "perpetuar" la financiación. No sé cómo encaja esto con la ley General de Subvenciones, gran parte de la cual es de aplicación básica. Además afectaría a la Ley General Presupuestaria, ya que supondría la afectación de unas partidas al sostenimiento de las entidades beneficiadas, ¿con derecho a renovación automática?
Por estas razones me reafirmo en lo dicho, sería una publificación de hecho de actividades privadas. Y ojo, no tendría inconveniente siempre y cuando otros servicios que considero más esenciales se prestaran correctamente en lugar de gastar el dinero en machangadas, pero esto es un debate de más calado que nos llevaría a discutir sobre la intervención estatal en el mercado etc etc... demasiado pa mi body a
estas horas.
Eso sí, estoy dispuesto a reconsiderarlo si pudiera contrastar números: ¿Cuánto dinero se les da a cada una de las instituciones que mencionas en concreto?¿Qué actividades realizan?¿Cuál sería su valor de mercado?
Hoy en día hay programas de ordenador estupendos que nos permitirían calcular si la "apuesta por el tercer sector" es rentable no sólo económicamente sino también en términos sociales. Propongo que nos acostumbremos a explicar con datos y números las iniciativas políticas, en lugar de darnos por satisfechos con explicaciones más bien retóricas.
Hola de nuevo Anónimo: esas instituciones reciben mucho mucho mucho dinero público ( no tanto como ellas desearían pero sí el suficiente para preocuparse por el mismo e intentar que esté más regulado ) y creo que no está mal que sea así. No por eso se dejan influir, son libres de pensamiento, actúan a veces como entidades consultivas de la Administración pero desde el Gobierno no se pueden controlar.Gracias a Dios es así y más o menos ha funcionado bien casi siempre, aunque hay algunas que se han ido de madres y han destrozado el caudal y la herencia intelectual y económica que habían recibido de sus predecesores. Eso es lo que hay que mejorar. No cubren todos los servicios que cubre el primer sector, ni el segundo.Cubren huecos que no pueden ser ocupados por las empresas privadas ni por los gobiernos.Huecos y espacios de libertad y anticipación que considero necesarios y buenos para una sociedad pero que no pueden dejarse en manos poco democráticas o poco cultas. Creo. Es algo sobre lo que nunca había tenido tiempo de reflexionar en profundidad, y apenas estoy empezando y me doy cuenta de las enormes posibilidades que tiene este tercer sector para la culturización y la cultivación de una sociedad. Y para el aprendizaje del ejercicio de la democracia... pero ya digo, creo, estoy aprendiendo sobre la marcha.
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