World Wide Views on Global Warming
Propuesta pionera de consulta ciudadana mundial impulsada por el Consejo Danés para la Tecnología. Durante un día, ciudadanos de más de 40 países de los cinco continentes se sentarán a debatir las mismas preguntas y transmitir sus propias propuestas sobre política climática a las delegaciones que sus países llevarán a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP15), que se celebrará en Copenhague entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre de 2009, con la intención de actualizar el Protocolo de Kyoto.
FECHA: 26 de septiembre de 2009
HORARIO: de 8.30 a 19 horas
domingo, 30 de agosto de 2009
jueves, 27 de agosto de 2009
Congelar los sueldos
Por supuesto los de los políticos, pero también los de los funcionarios.
Creo que es lo menos que se puede hacer ante la situación de crisis.
No sé porque el Ministro Corbacho dice que " el Gobierno no descarta congelar el salario de los funcionarios" en lugar de asumir el riesgo de la crítica de los funcionarios y anunciar directamente que se congelan los sueldos porque la crisis lo requiere.
Creo que es lo menos que se puede hacer ante la situación de crisis.
No sé porque el Ministro Corbacho dice que " el Gobierno no descarta congelar el salario de los funcionarios" en lugar de asumir el riesgo de la crítica de los funcionarios y anunciar directamente que se congelan los sueldos porque la crisis lo requiere.
miércoles, 26 de agosto de 2009
En tiempos de Ramadán...
domingo, 16 de agosto de 2009
EL COLOR DE MIS VACACIONES
Este parque de Szczecin rodea el pequeño hotel donde he estado quedándome los últimos 12 días. Todo es tranquilo por aquí. Es una ciudad polaca que está casi pegada a la frontera con Alemania, y por el medio de la cual pasa el río Odra, que desemboca media hora más arriba en el mar Báltico. En esta ciudad no hay turismo. No he tropezado con ningún español, ni italiano, ni japonés con cámara. Solo los sonidos de los árboles, el sonido de los barcos en el río. El aire fresco...
¿ Cual es la contribución del sector ENERGÉTICO al PIB Canario?
Según la Consejería de Hacienda del Gobierno de Canarias, en respuesta a una pregunta parlamentaria, el peso del subsector de la energía en el Valor Añadido Bruto de la Comunidad Autónoma de Canarias en el año 2007 fue del 2,9 por ciento.
sábado, 15 de agosto de 2009
Emilio Racionero y su apoyo al espacio cultural El Tanque
EL DIA, 15/ago/09 03:49 4/4Nada interesanteDel montónInteresanteMuy interesante3 votos Edición impresa
Justo este verano estoy tratando de terminar un libro sobre la Historia del Espacio Cultural El Tanque. Y justo este verano me he llevado la alegría de leer un artículo de don Emilio Racionero titulado "he cambiado de opinión" dedicado a este espacio cultural tan controvertido en el que dice cosas muy bellas para mí como las siguientes:
"He cambiado de opinión negativa a positiva y ello me hace disculparme ante Dulce Xerach Pérez, a quien combatí desde esta columna hace ya un largo tiempo por su decisión de hacer de un tanque de producto petrolífero de la Refinería, el 69, un espacio cultural. A la sazón ella era consejera de Cultura del Cabildo de Tenerife. En alguna medida, bastante, este cambio de opinión se ha producido gracias a un clarinetista de los nuestros: Cristo Barrios. Lo vi crecer y desarrollarse como persona y como clarinetista en el Conservatorio Superior de Tenerife. (?).Nos ofrecía (Cristo Barrios ), el pasado 4 de julio, un concierto maravilloso en dicho espacio cultural con obras de compositores contemporáneos (Bettinelli, Bucchi, Reich y Johnson) más una efectista introducción al concierto en sí. Unos sonidos que nunca había percibido, un aprovechamiento de la resonancia del recinto dejando flotar algunos agudos y pianísimos hasta su extinción. Algo maravilloso. Al terminar el concierto me prometí cumplir esta disculpa."
Gracias Emilio y gracias a Cristo Barrios también. Seguro que su música ayudó a tu cambio, y El tanque le acompañó, como acompaña siempre a quienes se dejan mecer por él.
El día que abrimos el Espacio Cultural El Tanque por primera vez al público, el 17 de julio de 1997, no imaginamos la batalla que se originaría por su permanencia, ni que doce años después seguiría, milagrosamente, en pie. Tampoco podíamos tener idea entonces de que esta singular sala pudiera ser objeto de tantas controversias, tener tantos partidarios y detractores, ni recibir tantos premios, reconocimientos y apoyos, y que aún así, en el año 2009 siguiera en duda su existencia.
Cuando todo empezó, yo estaba buscando un espacio diferente, el Cabildo carecía entonces de un recinto propio para la celebración de actividades culturales ( parece que no pero ¡cómo han cambiado las cosas desde 1995! No existían el Auditorio, ni el TEA, ni la Escuela de Artes Escénicas?). Quedé sobrecogida al entrar en aquel antiguo contenedor de combustible.
Aquella catedral de finales del siglo XX con estética de "Blade runner", con las paredes llenas de restos de crudo, oscura pero con entradas de luz desde el oxidado techo de metal, esos sonidos que cualquier pisada o ligero movimiento creaba, nos impresionó profundamente. Esa belleza industrial tan austera, esa capacidad de los buenos ingenieros para hacer con formas bellas herramientas útiles creo que es imposible de describir, hay que vivirlo en primera persona.
Ahora que han pasado tantos años desde aquel primer momento mágico aún no entiendo por qué costó tanto defender que siguiera en pie. Si algo aprendí fue a esperar. A esperar momentos como este, en que alguien entra, mira, escucha y comprende.
Justo este verano estoy tratando de terminar un libro sobre la Historia del Espacio Cultural El Tanque. Y justo este verano me he llevado la alegría de leer un artículo de don Emilio Racionero titulado "he cambiado de opinión" dedicado a este espacio cultural tan controvertido en el que dice cosas muy bellas para mí como las siguientes:
"He cambiado de opinión negativa a positiva y ello me hace disculparme ante Dulce Xerach Pérez, a quien combatí desde esta columna hace ya un largo tiempo por su decisión de hacer de un tanque de producto petrolífero de la Refinería, el 69, un espacio cultural. A la sazón ella era consejera de Cultura del Cabildo de Tenerife. En alguna medida, bastante, este cambio de opinión se ha producido gracias a un clarinetista de los nuestros: Cristo Barrios. Lo vi crecer y desarrollarse como persona y como clarinetista en el Conservatorio Superior de Tenerife. (?).Nos ofrecía (Cristo Barrios ), el pasado 4 de julio, un concierto maravilloso en dicho espacio cultural con obras de compositores contemporáneos (Bettinelli, Bucchi, Reich y Johnson) más una efectista introducción al concierto en sí. Unos sonidos que nunca había percibido, un aprovechamiento de la resonancia del recinto dejando flotar algunos agudos y pianísimos hasta su extinción. Algo maravilloso. Al terminar el concierto me prometí cumplir esta disculpa."
Gracias Emilio y gracias a Cristo Barrios también. Seguro que su música ayudó a tu cambio, y El tanque le acompañó, como acompaña siempre a quienes se dejan mecer por él.
El día que abrimos el Espacio Cultural El Tanque por primera vez al público, el 17 de julio de 1997, no imaginamos la batalla que se originaría por su permanencia, ni que doce años después seguiría, milagrosamente, en pie. Tampoco podíamos tener idea entonces de que esta singular sala pudiera ser objeto de tantas controversias, tener tantos partidarios y detractores, ni recibir tantos premios, reconocimientos y apoyos, y que aún así, en el año 2009 siguiera en duda su existencia.
Cuando todo empezó, yo estaba buscando un espacio diferente, el Cabildo carecía entonces de un recinto propio para la celebración de actividades culturales ( parece que no pero ¡cómo han cambiado las cosas desde 1995! No existían el Auditorio, ni el TEA, ni la Escuela de Artes Escénicas?). Quedé sobrecogida al entrar en aquel antiguo contenedor de combustible.
Aquella catedral de finales del siglo XX con estética de "Blade runner", con las paredes llenas de restos de crudo, oscura pero con entradas de luz desde el oxidado techo de metal, esos sonidos que cualquier pisada o ligero movimiento creaba, nos impresionó profundamente. Esa belleza industrial tan austera, esa capacidad de los buenos ingenieros para hacer con formas bellas herramientas útiles creo que es imposible de describir, hay que vivirlo en primera persona.
Ahora que han pasado tantos años desde aquel primer momento mágico aún no entiendo por qué costó tanto defender que siguiera en pie. Si algo aprendí fue a esperar. A esperar momentos como este, en que alguien entra, mira, escucha y comprende.
CAPITULO 6.- LA APERTURA DEL ESPACIO CULTURAL EL TANQUE AL PÚBLICO
Al fin, el 17 de julio de 1997 se abre por primera vez al público el Espacio Cultural “EL Tanque”, y el día 24 se cumple definitivamente el objetivo, el proyecto de convertir un antiguo tanque de refino de crudo en un recinto cultural. Se acoge la instalaciónn creada por el inglés Andrew Herman ¡¡¡Los ingleses!!! ¡¡¡Los ingleses!!!.
Este mismo día, el Área de Cultura recibe un aviso por parte del Área de Protección del Territorio por la que, la primera citada área tendría que pedir una licencia municipal (prevista en el Reglamento de Actividades Clasificadas) antes de realizar ningún acto o evento en referida instalación, ya que carecía de ésta. Comienzan los trámites para ello.
El acondicionamiento del espacio cultural ascendió finalmente a un total de diecinueve millones seiscientas ocho mil quinientas diecisiete pesetas (19.608.517 ptas.), de los cuales el Cabildo sólo compensaría a CEPSA con dieciséis millones, como estaba estipulado en el acuerdo. Las obras realizadas para la adecuación del citado espacio sobrepasaron la cantidad inicial aprobada, pues CEPSA remitió dos certificaciones de obra, la primera ascendente a quince millones ochocientas nueve mil cuatrocientas diecisiete pesetas (15.809.417 ptas.) y la segunda a tres millones setecientas noventa y nueve mil cien pesetas (3.799.100 ptas.). El incremento experimentado en el proyecto obedeció “a la ejecución de unas unidades de obra no previstas y de necesaria realización para la puesta en servicio del citado inmueble para la finalidad acordada”.
El primer día que se abrió al público en julio de 1997 se abrió vacío. El espacio en sí mismo. Recuerdo que asistió Adán Martín, Martín Carvajal, incluso Ricardo Melchior. También Fernando Martín Menis y Jesús García Manrique.
La prensa lo acogió muy bien, Televisión Española en Canarias lo destacó diciendo que “Santa Cruz de Tenerife cuenta desde hoy con un insólito centro cultural que será gestionado por el Cabildo. Un Tanque de Cepsa”. Martín Carvajal explicaba en el mismo medio que se trataba de un depósito de acero que ha contenido fuel-oil fundamentalmente, que tiene un diámetro de 51 metros, una capacidad de 35 millones de litros, una altura de 17 metros ( en realidad es entre 17 en los bordes y 20 en el centro ) y que su peso total era de unas 900 toneladas.
El Cabildo en su nota de prensa daba ya idea de lo que buscábamos:
“La idea de acondicionar un antiguo depósito de petróleo como espacio cultural reúne dos requisitos importantes: su originalidad y su bajo coste. Al vaciarlo de petróleo descubrimos en su interior un espacio sin igual, donde uno pierde la noción del espacio, el sonido o la luz. Y decidimos aprovecharlo”.(…). “Mención aparte merece la singular acústica del tanque. Con una reverberación de sonido de 17 segundos, la única música que admite esta superficie es de carácter experimental, pensada exclusivamente para este espacio”(…). El Tanque no se concibe como una sala de exposiciones tradicional. El Cabildo de Tenerife tiene intención de ponerlo a disposición de artistas dispuestos a romper moldes y a realizar los más sorprendentes y vanguardistas montajes culturales.
Este mismo día, el Área de Cultura recibe un aviso por parte del Área de Protección del Territorio por la que, la primera citada área tendría que pedir una licencia municipal (prevista en el Reglamento de Actividades Clasificadas) antes de realizar ningún acto o evento en referida instalación, ya que carecía de ésta. Comienzan los trámites para ello.
El acondicionamiento del espacio cultural ascendió finalmente a un total de diecinueve millones seiscientas ocho mil quinientas diecisiete pesetas (19.608.517 ptas.), de los cuales el Cabildo sólo compensaría a CEPSA con dieciséis millones, como estaba estipulado en el acuerdo. Las obras realizadas para la adecuación del citado espacio sobrepasaron la cantidad inicial aprobada, pues CEPSA remitió dos certificaciones de obra, la primera ascendente a quince millones ochocientas nueve mil cuatrocientas diecisiete pesetas (15.809.417 ptas.) y la segunda a tres millones setecientas noventa y nueve mil cien pesetas (3.799.100 ptas.). El incremento experimentado en el proyecto obedeció “a la ejecución de unas unidades de obra no previstas y de necesaria realización para la puesta en servicio del citado inmueble para la finalidad acordada”.
El primer día que se abrió al público en julio de 1997 se abrió vacío. El espacio en sí mismo. Recuerdo que asistió Adán Martín, Martín Carvajal, incluso Ricardo Melchior. También Fernando Martín Menis y Jesús García Manrique.
La prensa lo acogió muy bien, Televisión Española en Canarias lo destacó diciendo que “Santa Cruz de Tenerife cuenta desde hoy con un insólito centro cultural que será gestionado por el Cabildo. Un Tanque de Cepsa”. Martín Carvajal explicaba en el mismo medio que se trataba de un depósito de acero que ha contenido fuel-oil fundamentalmente, que tiene un diámetro de 51 metros, una capacidad de 35 millones de litros, una altura de 17 metros ( en realidad es entre 17 en los bordes y 20 en el centro ) y que su peso total era de unas 900 toneladas.
El Cabildo en su nota de prensa daba ya idea de lo que buscábamos:
“La idea de acondicionar un antiguo depósito de petróleo como espacio cultural reúne dos requisitos importantes: su originalidad y su bajo coste. Al vaciarlo de petróleo descubrimos en su interior un espacio sin igual, donde uno pierde la noción del espacio, el sonido o la luz. Y decidimos aprovecharlo”.(…). “Mención aparte merece la singular acústica del tanque. Con una reverberación de sonido de 17 segundos, la única música que admite esta superficie es de carácter experimental, pensada exclusivamente para este espacio”(…). El Tanque no se concibe como una sala de exposiciones tradicional. El Cabildo de Tenerife tiene intención de ponerlo a disposición de artistas dispuestos a romper moldes y a realizar los más sorprendentes y vanguardistas montajes culturales.
España se queda a la zaga de la recuperación económica europea
Dice EL PERIODICO de Cataluña de hoy
• Economía prevé tasas positivas en la primera mitad del 2010, un año después que en Alemania
• El PIB retrocedió entre abril y junio por cuarto trimestre consecutivo y anotó un recorte del 1%
Los últimos indicadores hacen pensar que la crisis económica puede ser en España menos profunda, pero más duradera y con mayor destrucción de empleo que en países como Alemania y Francia y que en la media de la zona euro. Según el dato avanzado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el segundo trimestre del año, el producto interior bruto (PIB) español retrocedió el 1% respecto al primero (tasa trimestral), y el 4,1% si se compara con la primavera del 2008, la mayor caída anual de la historia.
El día anterior, Alemania y Francia anunciaron sendos crecimientos de sus economías del 0,3% (en tasa trimestral) lo que podría significar el fin de la recesión en estos países. Esto es algo que el Gobierno no ve en la economía española hasta la primera mitad del 2010, lo que puede implicar un retraso de un año.
• Economía prevé tasas positivas en la primera mitad del 2010, un año después que en Alemania
• El PIB retrocedió entre abril y junio por cuarto trimestre consecutivo y anotó un recorte del 1%
Los últimos indicadores hacen pensar que la crisis económica puede ser en España menos profunda, pero más duradera y con mayor destrucción de empleo que en países como Alemania y Francia y que en la media de la zona euro. Según el dato avanzado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el segundo trimestre del año, el producto interior bruto (PIB) español retrocedió el 1% respecto al primero (tasa trimestral), y el 4,1% si se compara con la primavera del 2008, la mayor caída anual de la historia.
El día anterior, Alemania y Francia anunciaron sendos crecimientos de sus economías del 0,3% (en tasa trimestral) lo que podría significar el fin de la recesión en estos países. Esto es algo que el Gobierno no ve en la economía española hasta la primera mitad del 2010, lo que puede implicar un retraso de un año.
viernes, 14 de agosto de 2009
Otro inciso: sobre Canarias y las energías renovables
A vueltas con un debate que estamos teniendo en Linkedin, en la Red de Conocimiento de Canarias:
Wind Power in Spain
Isolated Systems
Spain is something of an energy island; its grid connections with neighboring France and North Africa are weak. Even more isolated are the Spanish Canary Islands, an archipelago of seven small island systems.
Nevertheless, the Canary Islands have devoted local resources to investigating the best ways to move wind power into the future. They hope to serve as an example for islands and rural communities around the world.
“In the Canary Islands, the grids are weaker than in Europe, and there are islands around the world with even weaker grids,” says AEE director Alberto Ceña. “The challenge is how to integrate wind with diesel engines or fuel engines. We still need to work a lot on that. The experience of the Canary Islands is going to be very useful in the future of wind power.”
In fact, the islands were, along with Tarifa on Spain’s southernmost border, the site of the country’s first wind farms in the early 1990s. Development slowed, but the local parliament’s 2006 decision to produce 25 percent of the region’s electricityfrom renewable energy by 2015 spurred an increase in development.
The Canary Islands Institute of Technology (ITC), a regional government research center, has continued working to develop systems that look ahead to the island’s future. “The Canary Islands are a real laboratory and can serve as the ideal platform for testing new energy technologies,” says ITC director Gonzalo Piernavieja.
One recent project involves the island of El Hierro, which has a population of 10,500. The government recently announced a plan that would enable the island to derive 100 percent of its power from renewable sources. The key will be 10 megawatts of wind power connected to a pump system. When wind blows so fiercely that locals can’t utilize all the energy, the extra power will be used to pump water up a nearby mountain to two reservoirs, one of which is a natural volcanic crater. When the wind drops, the water will fall and turn a turbine. This pumping system has been paired with other forms of electricity, but it’s never been used with wind power before. In addition, the entire system will be connected to a desalination plant to provide potable water.
The dimensions of El Hierro make this small, windy, mountainous desert island the perfect laboratory for testing the new system. Installation will begin within the next year, but Piernavieja says it does offer challenges: “We have to dimension all the electrical protections and wirings, and we have to account for stability in frequency and voltage. This is not a trivial issue in this kind of renewable- energy electricity grid.”
ITC is also working on a system to couple wind power with hydrogen production. A small 10-kilowatt wind-power generator connected to an electrolysis machine was inaugurated in October 2007, along with a larger 100-kilowatt system. “It’s difficult—the components are not easy to manage—but we are learning,” says Piernavieja. “Our main focus of research is coupling the wind energy and hydrogen production systems, because electrolyzers are not meant to work with intermittent power, and there’s no book to read about integration or installation technology.” There are only a handful of such integrated systems in the world.
Says Piernavieja, “We want the islands, particularly the Canary Islands, to be the first hydrogen economies, and the first regions where renewable-energy storage devices are implemented or tested—because islands are kind of showcase of what will happen in continental areas in the future. This is our vision.”
And as the Canary Islands work to become a model for islands and rural areas internationally, so Spain—and Spanish companies—hope to show the world just what the wind might bring.
Wind Power in Spain
Isolated Systems
Spain is something of an energy island; its grid connections with neighboring France and North Africa are weak. Even more isolated are the Spanish Canary Islands, an archipelago of seven small island systems.
Nevertheless, the Canary Islands have devoted local resources to investigating the best ways to move wind power into the future. They hope to serve as an example for islands and rural communities around the world.
“In the Canary Islands, the grids are weaker than in Europe, and there are islands around the world with even weaker grids,” says AEE director Alberto Ceña. “The challenge is how to integrate wind with diesel engines or fuel engines. We still need to work a lot on that. The experience of the Canary Islands is going to be very useful in the future of wind power.”
In fact, the islands were, along with Tarifa on Spain’s southernmost border, the site of the country’s first wind farms in the early 1990s. Development slowed, but the local parliament’s 2006 decision to produce 25 percent of the region’s electricityfrom renewable energy by 2015 spurred an increase in development.
The Canary Islands Institute of Technology (ITC), a regional government research center, has continued working to develop systems that look ahead to the island’s future. “The Canary Islands are a real laboratory and can serve as the ideal platform for testing new energy technologies,” says ITC director Gonzalo Piernavieja.
One recent project involves the island of El Hierro, which has a population of 10,500. The government recently announced a plan that would enable the island to derive 100 percent of its power from renewable sources. The key will be 10 megawatts of wind power connected to a pump system. When wind blows so fiercely that locals can’t utilize all the energy, the extra power will be used to pump water up a nearby mountain to two reservoirs, one of which is a natural volcanic crater. When the wind drops, the water will fall and turn a turbine. This pumping system has been paired with other forms of electricity, but it’s never been used with wind power before. In addition, the entire system will be connected to a desalination plant to provide potable water.
The dimensions of El Hierro make this small, windy, mountainous desert island the perfect laboratory for testing the new system. Installation will begin within the next year, but Piernavieja says it does offer challenges: “We have to dimension all the electrical protections and wirings, and we have to account for stability in frequency and voltage. This is not a trivial issue in this kind of renewable- energy electricity grid.”
ITC is also working on a system to couple wind power with hydrogen production. A small 10-kilowatt wind-power generator connected to an electrolysis machine was inaugurated in October 2007, along with a larger 100-kilowatt system. “It’s difficult—the components are not easy to manage—but we are learning,” says Piernavieja. “Our main focus of research is coupling the wind energy and hydrogen production systems, because electrolyzers are not meant to work with intermittent power, and there’s no book to read about integration or installation technology.” There are only a handful of such integrated systems in the world.
Says Piernavieja, “We want the islands, particularly the Canary Islands, to be the first hydrogen economies, and the first regions where renewable-energy storage devices are implemented or tested—because islands are kind of showcase of what will happen in continental areas in the future. This is our vision.”
And as the Canary Islands work to become a model for islands and rural areas internationally, so Spain—and Spanish companies—hope to show the world just what the wind might bring.
Un inciso: Nuestra causa...
“La revolución no pasa cuando la sociedad adopta nuevas herramientas, sino cuando adopta nuevos comportamientos”
Estas herramientas( internet y las veloces tecnologías de la información ) han rebajado el coste de las cosas que queremos hacer juntos hasta tal punto, que ahora sólo basta con desear hacerlas.
El viejo modelo de expertos socialmente designados, es tan sólo uno de los muchos modelos en los que la sociedad puede organizarse.
La sociedad tiene otros modelos de demostrar confianza y lo está haciendo utilizando internet.
Es la reputación de unos y de otros lo que genera confianza.
Casi todas estas plataformas de colaboración, como la de la organización “couchsurfing”, trabajan con el “modelo de reputación en las relaciones sociales”. Antes era imposible trabajar sobre estos modelos porque faltaban estas potentes y fáciles herramientas de colaboración.
Lo que pasó durante el siglo XX con las relaciones humanas fue algo realmente anómalo. Lo normal es hacer cosas porque nos preocupamos los unos de los otros.
La gran idea es que cada uno/a, cada cual, está disponible para la acción colectiva, colaborativa. Esto no significa que todos vayan a participar, ni que los mecanismos de participación serán igualitarios, pero significa que todo el mundo “puede” participar.
( de la web de usnownuestra causa, texto de Idolla Llano )
Estas herramientas( internet y las veloces tecnologías de la información ) han rebajado el coste de las cosas que queremos hacer juntos hasta tal punto, que ahora sólo basta con desear hacerlas.
El viejo modelo de expertos socialmente designados, es tan sólo uno de los muchos modelos en los que la sociedad puede organizarse.
La sociedad tiene otros modelos de demostrar confianza y lo está haciendo utilizando internet.
Es la reputación de unos y de otros lo que genera confianza.
Casi todas estas plataformas de colaboración, como la de la organización “couchsurfing”, trabajan con el “modelo de reputación en las relaciones sociales”. Antes era imposible trabajar sobre estos modelos porque faltaban estas potentes y fáciles herramientas de colaboración.
Lo que pasó durante el siglo XX con las relaciones humanas fue algo realmente anómalo. Lo normal es hacer cosas porque nos preocupamos los unos de los otros.
La gran idea es que cada uno/a, cada cual, está disponible para la acción colectiva, colaborativa. Esto no significa que todos vayan a participar, ni que los mecanismos de participación serán igualitarios, pero significa que todo el mundo “puede” participar.
( de la web de usnownuestra causa, texto de Idolla Llano )
jueves, 13 de agosto de 2009
CAPITULO 5.- EL ACUERDO CON CEPSA
La primera noticia sobre el acuerdo pertenece al día 25 de octubre de 1995, tratándose de un informe preliminar que recoge el análisis de las posibilidades de uso cultural de un tanque de la refinería de petróleos CEPSA en Santa Cruz de Tenerife, dándose a conocer en el citado informe, la ubicación física, valoración física-espacial, posibilidades de uso y su valor expositivo.
Desde el primer momento se supo del valor de este espacio, hasta el punto incluso de barajar la posibilidad de que fuese una de las instalaciones del recién creado Instituto Óscar Domínguez de Arte y Cultura Contemporánea, aunque no un espacio adecuado para albergar una colección de arte. Por otro lado, se contempló, a posteriori, que hasta que el IODACC no tuviese “personalidad jurídica propia y unas instalaciones”, las actividades previstas se organizarían en CajaCanarias, la Recova y “en el tanque de CEPSA que se [convertiría] en una sala de exposiciones” .
Vistas por tanto las posibilidades culturales no convencionales que este espacio poseía, el Cabildo de Tenerife firmó un convenio con la Compañía CEPSA, por el que la Refinería cedía gratuitamente el tanque 69 en uso temporal al ente público, comprometiéndose el Cabildo a devolverlo al comunicar Cepsa, con tres meses de antelación, la fecha de su desalojo. La primera noticia es del 12 de diciembre de 1995 en la que la empresa petrolera propone ceder gratuitamente el tanque mencionado de su propiedad, para ser destinado a fines culturales. De esta manera se propone que el Cabildo Insular acepte tal referida cesión, aprobando el proyecto de compromiso compuesto de una exposición y estipulaciones, objeto, descripción del tanque, obligaciones de la Compañía CEPSA, obligaciones del Cabildo Insular de Tenerife, Comisión Mixta, Difusión, Responsabilidades y Vigencia.
Con fecha 18 de diciembre del mismo año la Comisión de Cultura, Educación y Deportes, informa favorablemente la referida propuesta. Así, el día 22 de diciembre de 1995, en sesión extraordinaria el Pleno acuerda por unanimidad aprobar el proyecto de convenio. CEPSA se compromete a ejecutar las obras de Demolición y Movimiento de Tierra, Estructura, Pavimentos, Cerrajería, Pintura y Electricidad. De este modo, el tanque 69 comienza a ser reconvertido en espacio cultural.
Para realizar las obras en el interior de la parcela no hicieron falta permisos municipales en un inicio, puesto que la Refinería dependía de un régimen interno.
Desde el primer momento se supo del valor de este espacio, hasta el punto incluso de barajar la posibilidad de que fuese una de las instalaciones del recién creado Instituto Óscar Domínguez de Arte y Cultura Contemporánea, aunque no un espacio adecuado para albergar una colección de arte. Por otro lado, se contempló, a posteriori, que hasta que el IODACC no tuviese “personalidad jurídica propia y unas instalaciones”, las actividades previstas se organizarían en CajaCanarias, la Recova y “en el tanque de CEPSA que se [convertiría] en una sala de exposiciones” .
Vistas por tanto las posibilidades culturales no convencionales que este espacio poseía, el Cabildo de Tenerife firmó un convenio con la Compañía CEPSA, por el que la Refinería cedía gratuitamente el tanque 69 en uso temporal al ente público, comprometiéndose el Cabildo a devolverlo al comunicar Cepsa, con tres meses de antelación, la fecha de su desalojo. La primera noticia es del 12 de diciembre de 1995 en la que la empresa petrolera propone ceder gratuitamente el tanque mencionado de su propiedad, para ser destinado a fines culturales. De esta manera se propone que el Cabildo Insular acepte tal referida cesión, aprobando el proyecto de compromiso compuesto de una exposición y estipulaciones, objeto, descripción del tanque, obligaciones de la Compañía CEPSA, obligaciones del Cabildo Insular de Tenerife, Comisión Mixta, Difusión, Responsabilidades y Vigencia.
Con fecha 18 de diciembre del mismo año la Comisión de Cultura, Educación y Deportes, informa favorablemente la referida propuesta. Así, el día 22 de diciembre de 1995, en sesión extraordinaria el Pleno acuerda por unanimidad aprobar el proyecto de convenio. CEPSA se compromete a ejecutar las obras de Demolición y Movimiento de Tierra, Estructura, Pavimentos, Cerrajería, Pintura y Electricidad. De este modo, el tanque 69 comienza a ser reconvertido en espacio cultural.
Para realizar las obras en el interior de la parcela no hicieron falta permisos municipales en un inicio, puesto que la Refinería dependía de un régimen interno.
martes, 11 de agosto de 2009
CAPITULO 4.- UN POCO DE HISTORIA
El Siglo XX comenzó como un momento histórico en el que todo parecía posible, y en el que la humanidad solo podía ir a mejor: se inventó la telegrafía sin hilos, el teléfono, el fonógrafo, el cine, el automóvil, el avión, la aspirina, los barcos de vapor, la producción a gran escala…
En Tenerife todo esto tardó un poco más en llegar. A finales de los años veinte, casi casi al mismo tiempo que el crack de 1929, comienza el asentamiento de la refinería de petróleos de la Compañía CEPSA, en Santa Cruz. El alcalde de aquel entonces, D. Santiago García Sanabria, deseaba convertir aquella población en una gran ciudad, la que sería con el paso del tiempo capital del Archipiélago. El edil, dio todas las facilidades para su establecimiento, insistiendo que se situase a las afueras, lejana del centro histórico y junto al litoral, sobre una superficie, en principio, de cien mil metros cuadrados. Esta instalación sería uno de los símbolos de progreso y del futuro e incipiente desarrollo económico de la localidad .
El 1 de noviembre de 1930 llega el primer cargamento de crudo de la historia de la factoría, a bordo del petrolero “Oleander”, comenzando así la crónica no sólo de un complejo industrial, sino también de una metamorfosis, los primeros pasos de una metrópoli. También llegaron por esa época las vanguardias históricas a nuestra isla y se quedaron entre nosotros gracias a un reducido pero muy activo grupo de intelectuales.
Setenta años después la ciudad sitia la parapetada Refinería, vislumbrando un paraje industrial en el espacio urbano, creando así una simbiosis paisajística entre urbe e industria, en definitiva, un paisaje unido indisolublemente a la historia de la capital en el siglo XX (Sirva de ejemplo 6 de aquellos grandes cilindros metálicos que habían invadido el espacio de la capital tinerfeña formando parte de ella).
De esta manera y debido al crecimiento que la ciudad estaba experimentando, el Excelentísimo Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife suscribió un convenio urbanístico con la Compañía Española de Petróleos CEPSA con fecha 28 de abril de 1989, en la que se acordó la cesión a la ciudad de una parte importante de los terrenos de la Refinería en el barrio de Cabo-Llanos, además de aceptar la ordenación prevista por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) cumpliendo los objetivos siguientes:
1) Garantizar la Circunvalación Sur que conectara con el Centro Urbano y su conexión en Los Llanos con el sistema vial portuario, prolongando la Avenida Marítima y la de Benito Pérez Armas hasta la intersección de ambas.
2) Reconvertir e incorporar al centro comercial y administrativo de la Ciudad para su desarrollo, los terrenos industriales comprendidos entre la nueva circunvalación y la Avenida Tres de Mayo .
El desarrollo urbanístico, viario y comercial del polígono Cepsa-Disa era fundamental para el crecimiento de Santa Cruz hacia el Suroeste, supuso la incorporación al patrimonio urbano de la ciudad de más de 368.000 metros cuadrados de nuevas zonas residenciales, administrativas y de servicios.
Este histórico acuerdo se ralentiza a partir del año 1989 hasta su “resurgir” a mediados de 1996, a partir del anuncio de la recalificación del suelo, debido al paulatino desmantelamiento de una de las zonas más extensas de la Refinería en el citado barrio santacrucero, hacia donde la ciudad podía expandirse.
A su vez, la industria petrolífera se vio envuelta en una serie de transformaciones, una transmutación técnica en los últimos tiempos, que supuso el desmantelamiento de diversas instalaciones en desuso, como es el caso de depósitos y tanques de crudo, no solo en Canarias sino en toda Europa, sobre todo en Europa del Este. La tecnificación en los procesos de almacenamiento y transporte de combustible facilitó la progresiva decadencia y abandono definitivo de éstos, quedando de esta manera en la más absoluta desidia y olvido. De esta manera, la empresa promotora optó por su inminente desmantelamiento ya que eran herramientas industriales que habían quedado obsoletas.
En octubre de 1995, junto a la Calle 70, sólo permanecían en pie dos de estos vacíos depósitos de carburante, aunque al poco tiempo, se desmanteló uno de ellos, el tanque 68, quedando tan sólo en pie, el tanque 69.
Gracias a la visión e iniciativa del equipo de Jesús García Manrique y Fernando Menis se dio a conocer este singular espacio.
Éstos quedaron sobrecogidos por las magníficas condiciones (espaciales, lumínicas y sonoras) que el antiguo contenedor de combustible ofrecía para ser transformado en un espacio cultural. Yo estaba buscando un espacio diferente, el Cabildo carecía entonces de un recinto propio para la celebración de actividades culturales ( parece que no pero ¡cómo han cambiado las cosas desde 1995! ) y Fernando me dijo que por qué no miraba en la refinería que la estaban desmantelando. Llamamos a Manrique a quien conocíamos de los conciertos de la Orquesta Sinfónica y ellos dos fueron primero a ver lo que había por allí. Manrique le enseñó el Tanque a Fernando y Fernando a mí. La idea de rehabilitar el bidón, captó inmediatamente el interés de Adán, Presidente de la Entidad Insular, no sólo por la vanguardista e insólita idea, sino. De este modo, comienza la controvertida historia de un tanque de refino de crudo.
En Tenerife todo esto tardó un poco más en llegar. A finales de los años veinte, casi casi al mismo tiempo que el crack de 1929, comienza el asentamiento de la refinería de petróleos de la Compañía CEPSA, en Santa Cruz. El alcalde de aquel entonces, D. Santiago García Sanabria, deseaba convertir aquella población en una gran ciudad, la que sería con el paso del tiempo capital del Archipiélago. El edil, dio todas las facilidades para su establecimiento, insistiendo que se situase a las afueras, lejana del centro histórico y junto al litoral, sobre una superficie, en principio, de cien mil metros cuadrados. Esta instalación sería uno de los símbolos de progreso y del futuro e incipiente desarrollo económico de la localidad .
El 1 de noviembre de 1930 llega el primer cargamento de crudo de la historia de la factoría, a bordo del petrolero “Oleander”, comenzando así la crónica no sólo de un complejo industrial, sino también de una metamorfosis, los primeros pasos de una metrópoli. También llegaron por esa época las vanguardias históricas a nuestra isla y se quedaron entre nosotros gracias a un reducido pero muy activo grupo de intelectuales.
Setenta años después la ciudad sitia la parapetada Refinería, vislumbrando un paraje industrial en el espacio urbano, creando así una simbiosis paisajística entre urbe e industria, en definitiva, un paisaje unido indisolublemente a la historia de la capital en el siglo XX (Sirva de ejemplo 6 de aquellos grandes cilindros metálicos que habían invadido el espacio de la capital tinerfeña formando parte de ella).
De esta manera y debido al crecimiento que la ciudad estaba experimentando, el Excelentísimo Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife suscribió un convenio urbanístico con la Compañía Española de Petróleos CEPSA con fecha 28 de abril de 1989, en la que se acordó la cesión a la ciudad de una parte importante de los terrenos de la Refinería en el barrio de Cabo-Llanos, además de aceptar la ordenación prevista por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) cumpliendo los objetivos siguientes:
1) Garantizar la Circunvalación Sur que conectara con el Centro Urbano y su conexión en Los Llanos con el sistema vial portuario, prolongando la Avenida Marítima y la de Benito Pérez Armas hasta la intersección de ambas.
2) Reconvertir e incorporar al centro comercial y administrativo de la Ciudad para su desarrollo, los terrenos industriales comprendidos entre la nueva circunvalación y la Avenida Tres de Mayo .
El desarrollo urbanístico, viario y comercial del polígono Cepsa-Disa era fundamental para el crecimiento de Santa Cruz hacia el Suroeste, supuso la incorporación al patrimonio urbano de la ciudad de más de 368.000 metros cuadrados de nuevas zonas residenciales, administrativas y de servicios.
Este histórico acuerdo se ralentiza a partir del año 1989 hasta su “resurgir” a mediados de 1996, a partir del anuncio de la recalificación del suelo, debido al paulatino desmantelamiento de una de las zonas más extensas de la Refinería en el citado barrio santacrucero, hacia donde la ciudad podía expandirse.
A su vez, la industria petrolífera se vio envuelta en una serie de transformaciones, una transmutación técnica en los últimos tiempos, que supuso el desmantelamiento de diversas instalaciones en desuso, como es el caso de depósitos y tanques de crudo, no solo en Canarias sino en toda Europa, sobre todo en Europa del Este. La tecnificación en los procesos de almacenamiento y transporte de combustible facilitó la progresiva decadencia y abandono definitivo de éstos, quedando de esta manera en la más absoluta desidia y olvido. De esta manera, la empresa promotora optó por su inminente desmantelamiento ya que eran herramientas industriales que habían quedado obsoletas.
En octubre de 1995, junto a la Calle 70, sólo permanecían en pie dos de estos vacíos depósitos de carburante, aunque al poco tiempo, se desmanteló uno de ellos, el tanque 68, quedando tan sólo en pie, el tanque 69.
Gracias a la visión e iniciativa del equipo de Jesús García Manrique y Fernando Menis se dio a conocer este singular espacio.
Éstos quedaron sobrecogidos por las magníficas condiciones (espaciales, lumínicas y sonoras) que el antiguo contenedor de combustible ofrecía para ser transformado en un espacio cultural. Yo estaba buscando un espacio diferente, el Cabildo carecía entonces de un recinto propio para la celebración de actividades culturales ( parece que no pero ¡cómo han cambiado las cosas desde 1995! ) y Fernando me dijo que por qué no miraba en la refinería que la estaban desmantelando. Llamamos a Manrique a quien conocíamos de los conciertos de la Orquesta Sinfónica y ellos dos fueron primero a ver lo que había por allí. Manrique le enseñó el Tanque a Fernando y Fernando a mí. La idea de rehabilitar el bidón, captó inmediatamente el interés de Adán, Presidente de la Entidad Insular, no sólo por la vanguardista e insólita idea, sino. De este modo, comienza la controvertida historia de un tanque de refino de crudo.
lunes, 10 de agosto de 2009
CAPITULO 3.- EL TANQUE: LA ARQUITECTURA MÁS PREMIADA.
3.- LA ARQUITECTURA MÁS PREMIADA.
Esta sencilla y respetuosa intervención arquitectónica es probablemente la obra más premiada y publicada de Canarias; fue galardonada con el PREMIO REGIONAL DE ARQUITECTURA MANUEL ORÁA Y AROCHA en 1998 (Colegio de Arquitectos), destacada por su “brillantez y acertada disposición secuencial de los recorridos de acceso al espacio interno” así como el uso de un [lugar] de “características únicas”.
Fue una noche mágica, en el CAAM, en las Palmas de Gran Canaria, la de la entrega de esos premios porque el tanque estaba a punto de ser demolido y este premio era un espaldarazo importante. Además tenía otros motivos personales para estar feliz: otro de los edificios premiados era mi casa.
También fue seleccionado en los premios IBERFAD (Barcelona) en el mismo año y premiada –distinguida- en la V BIENAL DE ARQUITECTURA 1999, organizada por el Ministerio de Fomento y el Consejo Superior de Arquitectos de España. Además, se ha dado a conocer, tanto el espacio como su diseño gráfico, en ARCO (Feria Internacional de Arte Contemporáneo) desde el año 1998.
Por otro lado, la línea gráfica del Espacio Cultural “El Tanque”10 fue también galardonada con el Premio LAUS´99 de Comunicación Municipal (12 de mayo de 1999, otra noche plena y muy divertida la que vivimos Cristina y yo en Barcelona), convocado por la Asociación de Diseñadores Gráficos, ADGFAD, de Barcelona; la autora del diseño, Cristina Saavedra, es la diseñadora gráfica del área de Cultura del Cabildo de Tenerife. El certamen es el más importante y prestigioso de cuantos se conocen en España dentro del campo del diseño. Este mismo trabajo fue seleccionado asimismo para una exposición que se celebró en abril de 2000 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid) que llevaba por título “Signos del Siglo. Cien años de Diseño Gráfico en España” y para la muestra “¡Ahora diseño! que organizó el Instituto de la Juventud en marzo de 2001 en la Sala Amadís de Madrid .
Cristina Saavedra lo explica así:
La plena integración de los tres ejes fundamentales del proyecto –espacio, programación cultural y diseño gráfico- se traducen hoy en una realidad viva y dinámica, que ha traído a la isla nuevos aires de entusiasmo e ilusión creativa, dejando atrás los humos de pasados ambientes industriales”. “Programa de identidad gráfica para el Espacio Cultural «El Tanque»”, en Revista On Diseño, Nº. 206, 1999.
Estábamos pues ante la creación de un nuevo monumento urbano, con identidad propia, que da cabida a los acontecimientos culturales no convencionales, donde la multifuncionalidad y especialización, dos tendencias contrapuestas, se dan cita, además de la diversidad y polivalencia. Se convierte por esta causa, y por las enumeradas con anterioridad, en una de las “obras arquitectónicas” de mayor impacto y repercusión de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Y estas cosas se premian, no se derriban.
Estábamos ante algo, un fenómeno cultural, que cualquiera con un poco de sentido común se daba cuenta de que teníamos que mantener en el tiempo.
Aunque la idea inicial fuera dar a conocer de manera efímera cómo era un tanque de petróleo, desde los primeros meses de su apertura, ante las impresiones que generaba su naturaleza, la creatividad que liberaba y las ideas e imágenes que se iban creando en su interior, supe cuál era mi trabajo y mi deber. Conseguir que el Tanque siguiera en pié. Y esa sí que fue una apuesta inicialmente mía. Adán no se lo podía creer cuando le dije que estaba decidida a intentar utilizar todas las vías democráticas posibles para salvar ese espacio cultural. De entrada sabía que era difícil, los planes urbanísticos de la zona estaban hechos y los terrenos y derechos repartidos. Me fastidiaba no cumplir con nuestra palabra inicial de devolver el espacio pero las circunstancias nos habían desbordado. Había ocurrido algo imprevisible inicialmente. Por eso lo intenté.
Y en eso llevo desde entonces.
Esta sencilla y respetuosa intervención arquitectónica es probablemente la obra más premiada y publicada de Canarias; fue galardonada con el PREMIO REGIONAL DE ARQUITECTURA MANUEL ORÁA Y AROCHA en 1998 (Colegio de Arquitectos), destacada por su “brillantez y acertada disposición secuencial de los recorridos de acceso al espacio interno” así como el uso de un [lugar] de “características únicas”.
Fue una noche mágica, en el CAAM, en las Palmas de Gran Canaria, la de la entrega de esos premios porque el tanque estaba a punto de ser demolido y este premio era un espaldarazo importante. Además tenía otros motivos personales para estar feliz: otro de los edificios premiados era mi casa.
También fue seleccionado en los premios IBERFAD (Barcelona) en el mismo año y premiada –distinguida- en la V BIENAL DE ARQUITECTURA 1999, organizada por el Ministerio de Fomento y el Consejo Superior de Arquitectos de España. Además, se ha dado a conocer, tanto el espacio como su diseño gráfico, en ARCO (Feria Internacional de Arte Contemporáneo) desde el año 1998.
Por otro lado, la línea gráfica del Espacio Cultural “El Tanque”10 fue también galardonada con el Premio LAUS´99 de Comunicación Municipal (12 de mayo de 1999, otra noche plena y muy divertida la que vivimos Cristina y yo en Barcelona), convocado por la Asociación de Diseñadores Gráficos, ADGFAD, de Barcelona; la autora del diseño, Cristina Saavedra, es la diseñadora gráfica del área de Cultura del Cabildo de Tenerife. El certamen es el más importante y prestigioso de cuantos se conocen en España dentro del campo del diseño. Este mismo trabajo fue seleccionado asimismo para una exposición que se celebró en abril de 2000 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid) que llevaba por título “Signos del Siglo. Cien años de Diseño Gráfico en España” y para la muestra “¡Ahora diseño! que organizó el Instituto de la Juventud en marzo de 2001 en la Sala Amadís de Madrid .
Cristina Saavedra lo explica así:
La plena integración de los tres ejes fundamentales del proyecto –espacio, programación cultural y diseño gráfico- se traducen hoy en una realidad viva y dinámica, que ha traído a la isla nuevos aires de entusiasmo e ilusión creativa, dejando atrás los humos de pasados ambientes industriales”. “Programa de identidad gráfica para el Espacio Cultural «El Tanque»”, en Revista On Diseño, Nº. 206, 1999.
Estábamos pues ante la creación de un nuevo monumento urbano, con identidad propia, que da cabida a los acontecimientos culturales no convencionales, donde la multifuncionalidad y especialización, dos tendencias contrapuestas, se dan cita, además de la diversidad y polivalencia. Se convierte por esta causa, y por las enumeradas con anterioridad, en una de las “obras arquitectónicas” de mayor impacto y repercusión de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Y estas cosas se premian, no se derriban.
Estábamos ante algo, un fenómeno cultural, que cualquiera con un poco de sentido común se daba cuenta de que teníamos que mantener en el tiempo.
Aunque la idea inicial fuera dar a conocer de manera efímera cómo era un tanque de petróleo, desde los primeros meses de su apertura, ante las impresiones que generaba su naturaleza, la creatividad que liberaba y las ideas e imágenes que se iban creando en su interior, supe cuál era mi trabajo y mi deber. Conseguir que el Tanque siguiera en pié. Y esa sí que fue una apuesta inicialmente mía. Adán no se lo podía creer cuando le dije que estaba decidida a intentar utilizar todas las vías democráticas posibles para salvar ese espacio cultural. De entrada sabía que era difícil, los planes urbanísticos de la zona estaban hechos y los terrenos y derechos repartidos. Me fastidiaba no cumplir con nuestra palabra inicial de devolver el espacio pero las circunstancias nos habían desbordado. Había ocurrido algo imprevisible inicialmente. Por eso lo intenté.
Y en eso llevo desde entonces.
sábado, 8 de agosto de 2009
CAPITULO 2.- CRITERIOS PARA LA REHABILITACIÓN DEL TANQUE DE PETROLEO COMO PATRIMONIO INDUSTRIAL
A lo largo de la historia, la rehabilitación de edificios para uso cultural ha sufrido muchos desaciertos. Debido a este motivo la UNESCO y el ICOM potenciaron el establecimiento de criterios de rehabilitación:
1. Valor documental del lugar donde se halla ubicado el edificio. Es decir, su posibilidad de vinculación con una célebre personalidad o un acontecimiento histórico.
2. Valor de representatividad respecto de una época o de una sociedad determinada.
3. Valor estético del edificio histórico, no sólo en sí mismo considerado, sino también en cuanto a la posibilidad de presentar en un marco atractivo las colecciones [las acciones] de un museo [o instalación].
Estos tres criterios se dan en el Espacio Cultural “EL Tanque” y por lo tanto, creo que no exagero al afirmar que es el caso de una impecable readaptación de un espacio industrial, en recinto cultural, con una intervención austera y estéticamente impecable que toma conciencia de la misión del arquitecto como activo intérprete del patrimonio y asume la voluntad de convertirse, por medio de esa intervención arquitectónica, en un auténtico centro de proyección sobre su entorno social.
La obra de adaptación del Tanque para su apertura al público, de la que tanto se dijo luego, tuvo un coste de 19 millones de pesetas.
Con la apertura del Tanque ofertamos un espacio cultural muy diferente a lo habitual, tanto en su concepción, como en su tamaño.
Todas las ideas artísticas que se han desarrollado en el Tanque han cambiado la actitud inicial tanto del creador como del espectador, que intervienen activamente en el proceso dentro de la máxima libertad individual. En el Tanque puedes moverte como quieras.
Así pues el Tanque pasó a ser un paraje de arqueología industrial convertido en espacio cultural, un ejemplo más de Reciclaje industrial como el caso del Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, la sala de exposiciones e instalaciones del Tinglado 2 de Tarragona, el posterior Matadero de Madrid, el Centro de Arte Le Magasín de Grenoble o la ampliación de la Tate Galery a la Tate Modern en una antigua fábrica de electricidad.
El proyecto se apoya en el mantenimiento del aspecto original (tanto exterior como interior) del antiguo depósito. En el interior sólo se realizó una limpieza exhaustiva y se eliminaron unos calentadores, queriendo remarcar así su aspecto de “templo”, más que el de un instrumento caduco.
Lo han definido como una “catedral [de planta centralizada]del Siglo XXI”, a lo que podríamos añadir, el parecido al deambulatorio o girola de ésta (ese lugar donde reside la parte más importante de la ceremonia), dado la flexibilidad y armonía que emana de este “espacio único”.
Es una gran extensión limitada que lo convierte en un caso ideal de espacialidad de estructura interna, que facilita la clara orientación de los visitantes en el interior, aunque paradójicamente parezca un desmesurado laberinto de pilares (50) –tramoya escenográfica-.
Así, en el interior se crea una atmósfera particular, tensa a la vez que serena, eso sí, siempre misteriosa y perturbadora. Al exterior irradia majestuosidad y omnipotencia, despertando curiosidad y desasosiego en el espectador.
La sencilla intervención realizada a este “gran dormido” ha ejercido de complemento, sin perturbar su imagen básica y por lo tanto, incidiendo en las proporciones volumétricas. Esta actuación se fundamentó en la construcción de un vestíbulo semienterrado de hormigón, pequeños aseos públicos y punto de información, donde se aprovecharon los muros de piedra existentes, tanto del basamento del depósito como el de separación de parcelas.
Desde aquí arranca una ligera pendiente que nos lleva a la rampa de acceso que se encuentra bajo las entrañas del antiguo contenedor. Así el entrar se convierte en mágico ya que se estrecha el pasillo de entrada hasta que de repente encuentras el enorme espacio interior de hierro de 20 metros de altura.
Existe una interesante y pormenorizada descripción arquitectónica realizada por Farshid Moussavi y Alejandro Zaera-Polo la cual cito a continuación:
“[...] La actuación más relevante se relaciona directamente con la necesidad de proporcionar un acceso y unos servicios a la sala, de cincuenta metros de diámetro y dieciocho de altura; razones evidentes de conservación de la extremada nitidez espacial del antiguo artefacto industrial cuya rehabilitación se propone, aconsejan desplazar aquellos elementos fuera del volumen principal del antiguo tanque; esta pequeña construcción, que ocupará el espacio residual comprendido entre la envolvente cilíndrica exterior y una de las calles interiores de la antigua residencia, resuelve su cubierta mediante azotea plana, coincidente con el nivel de la base de asentamiento del tanque.
El conjunto se complementa con una plaza exterior de ingreso, que se dispone en el interior de los muros de otro antiguo tanque de la refinería, demolido, situado junto al definitivamente recuperado. El pavimento de este espacio exterior de entrada es de lapilli rojo volcánico compactado, de cuya superficie sobresale la primitiva cimentación [En esta explanada se ubica un antiguo fínger –encontrado en un desguace cercano, utilizado con anterioridad en la antigua estación de Jet-Foil del Muelle Sur- que salva el desnivel con la calle colindante, auspiciando “la incursión en un lugar mágico”, al igual que la pequeña intervención realizada].
La cota de entrada al tanque se sitúa cuatro metros por debajo del pavimento interior del tanque. Una puerta pivotante de acero [cortén] de cinco metros de anchura facilita el acceso a un pequeño edificio desarrollado en rampa, en cuyo interior se sitúan un punto de información, una sala polivalente y los [pequeños] servicios sanitarios. La suave rampa del pavimento, junto con el techo y paredes laterales, configuran un espacio de acusa perspectiva, que proporcionan una gran profundidad visual a este espacio de acceso; desde este ámbito de entrada se accede directamente a la puerta practicada bajo la cimentación del antiguo tanque, produciéndose un espacio de altura reducida que provoca un efecto de presión sobre el visitante, previo a su definitiva entrada al interior del tanque, que se realiza a través de una segunda rampa de acero [también de la clase cortén; el acceso actúa “como un recorrido iniciático de preparación para el acceso al monumental espacio interior.
La traducción de esas funciones en términos gráficos se consigue a partir de la creación de tres elementos cuadrados, que representan: un croquis de localización del lugar, una fotografía del depósito y un logo afianzando el nombre y uso del nuevo espacio. Estos símbolos serán una constante en el diseño de la línea, variando su ubicación en ella según necesidades compositivas. La referencia visual a cada espectáculo específico se resuelve por medio de la inserción de una fotografía alusiva al evento, acentuando la función de reclamo.
El empleo del negro como fondo de la composición responde a la presencia dominante y rotunda de la oscuridad en el interior del bidón de crudo, en el que el efecto de la luz sobre la forma imprime un carácter teatral. El uso del color constituye una parte importante en la estética de la línea gráfica de “El Tanque”. Las imágenes fotográficas son siempre tratadas empleando un bitono de negro más un color que varía en cada nuevo evento.
Un espacio no convencional concede al diseñador una cierta flexibilidad, traducible en el uso de formas no habituales; el formato escogido para el cartel responde a esta licencia: una forma casi cuadrada de 48 x 52 cms. Una tipografía de palo seco, la helvética black, otorga un carácter conciso y contundente a la presencia tipográfica [...].
El tratamiento brutalista de los materiales de acabado de estos espacios de ingreso, hormigón y mampostería, acentúan el carácter ritual de este recorrido de acceso al monumental espacio interior del tanque rehabilitado.
Los materiales y los elementos constructivos utilizados en la construcción de la nueva planta son el hormigón y fragmentos de chapas [de 40 mm. de un antiguo tanque, similar al rehabilitado] y tubos metálicos procedentes del desguace de la refinería [elementos reutilizados]. La piel interior del tanque ha sido simplemente arenada pintada [se aplicó el chorro de arena].
Los requerimientos de ventilación derivados de los nuevos usos propuestos para la antigua instalación industrial se resuelven de forma natural, potenciando un efecto de tiraje entre los orificios practicados en la cubierta superior y los tubos cubiertos en su parte baja perimetral; las corrientes de convección generadas por esta doble serie de perforaciones, con las consecuentes ascendentes de aire caliente deben mostrarse suficientes para la renovación del aire en el interior del tanque”.
Conseguimos hacer compatible la forma con las performances, lo efectivo con lo afectivo y la razón con la imaginación. Solo por eso ya valió la pena. Y lo hicimos a finales de un siglo que había nacido con ruidosas toneladas de producción industrial, con turbinas, altos hornos u producciones en cadena, y que fue dando paso poco a poco a la sigilosa Internet, a las comunicaciones de vértigo y a los fríos y distantes satélites espaciales. El Tanque es hoy patrimonio de una época que tampoco conviene olvidar.
1. Valor documental del lugar donde se halla ubicado el edificio. Es decir, su posibilidad de vinculación con una célebre personalidad o un acontecimiento histórico.
2. Valor de representatividad respecto de una época o de una sociedad determinada.
3. Valor estético del edificio histórico, no sólo en sí mismo considerado, sino también en cuanto a la posibilidad de presentar en un marco atractivo las colecciones [las acciones] de un museo [o instalación].
Estos tres criterios se dan en el Espacio Cultural “EL Tanque” y por lo tanto, creo que no exagero al afirmar que es el caso de una impecable readaptación de un espacio industrial, en recinto cultural, con una intervención austera y estéticamente impecable que toma conciencia de la misión del arquitecto como activo intérprete del patrimonio y asume la voluntad de convertirse, por medio de esa intervención arquitectónica, en un auténtico centro de proyección sobre su entorno social.
La obra de adaptación del Tanque para su apertura al público, de la que tanto se dijo luego, tuvo un coste de 19 millones de pesetas.
Con la apertura del Tanque ofertamos un espacio cultural muy diferente a lo habitual, tanto en su concepción, como en su tamaño.
Todas las ideas artísticas que se han desarrollado en el Tanque han cambiado la actitud inicial tanto del creador como del espectador, que intervienen activamente en el proceso dentro de la máxima libertad individual. En el Tanque puedes moverte como quieras.
Así pues el Tanque pasó a ser un paraje de arqueología industrial convertido en espacio cultural, un ejemplo más de Reciclaje industrial como el caso del Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, la sala de exposiciones e instalaciones del Tinglado 2 de Tarragona, el posterior Matadero de Madrid, el Centro de Arte Le Magasín de Grenoble o la ampliación de la Tate Galery a la Tate Modern en una antigua fábrica de electricidad.
El proyecto se apoya en el mantenimiento del aspecto original (tanto exterior como interior) del antiguo depósito. En el interior sólo se realizó una limpieza exhaustiva y se eliminaron unos calentadores, queriendo remarcar así su aspecto de “templo”, más que el de un instrumento caduco.
Lo han definido como una “catedral [de planta centralizada]del Siglo XXI”, a lo que podríamos añadir, el parecido al deambulatorio o girola de ésta (ese lugar donde reside la parte más importante de la ceremonia), dado la flexibilidad y armonía que emana de este “espacio único”.
Es una gran extensión limitada que lo convierte en un caso ideal de espacialidad de estructura interna, que facilita la clara orientación de los visitantes en el interior, aunque paradójicamente parezca un desmesurado laberinto de pilares (50) –tramoya escenográfica-.
Así, en el interior se crea una atmósfera particular, tensa a la vez que serena, eso sí, siempre misteriosa y perturbadora. Al exterior irradia majestuosidad y omnipotencia, despertando curiosidad y desasosiego en el espectador.
La sencilla intervención realizada a este “gran dormido” ha ejercido de complemento, sin perturbar su imagen básica y por lo tanto, incidiendo en las proporciones volumétricas. Esta actuación se fundamentó en la construcción de un vestíbulo semienterrado de hormigón, pequeños aseos públicos y punto de información, donde se aprovecharon los muros de piedra existentes, tanto del basamento del depósito como el de separación de parcelas.
Desde aquí arranca una ligera pendiente que nos lleva a la rampa de acceso que se encuentra bajo las entrañas del antiguo contenedor. Así el entrar se convierte en mágico ya que se estrecha el pasillo de entrada hasta que de repente encuentras el enorme espacio interior de hierro de 20 metros de altura.
Existe una interesante y pormenorizada descripción arquitectónica realizada por Farshid Moussavi y Alejandro Zaera-Polo la cual cito a continuación:
“[...] La actuación más relevante se relaciona directamente con la necesidad de proporcionar un acceso y unos servicios a la sala, de cincuenta metros de diámetro y dieciocho de altura; razones evidentes de conservación de la extremada nitidez espacial del antiguo artefacto industrial cuya rehabilitación se propone, aconsejan desplazar aquellos elementos fuera del volumen principal del antiguo tanque; esta pequeña construcción, que ocupará el espacio residual comprendido entre la envolvente cilíndrica exterior y una de las calles interiores de la antigua residencia, resuelve su cubierta mediante azotea plana, coincidente con el nivel de la base de asentamiento del tanque.
El conjunto se complementa con una plaza exterior de ingreso, que se dispone en el interior de los muros de otro antiguo tanque de la refinería, demolido, situado junto al definitivamente recuperado. El pavimento de este espacio exterior de entrada es de lapilli rojo volcánico compactado, de cuya superficie sobresale la primitiva cimentación [En esta explanada se ubica un antiguo fínger –encontrado en un desguace cercano, utilizado con anterioridad en la antigua estación de Jet-Foil del Muelle Sur- que salva el desnivel con la calle colindante, auspiciando “la incursión en un lugar mágico”, al igual que la pequeña intervención realizada].
La cota de entrada al tanque se sitúa cuatro metros por debajo del pavimento interior del tanque. Una puerta pivotante de acero [cortén] de cinco metros de anchura facilita el acceso a un pequeño edificio desarrollado en rampa, en cuyo interior se sitúan un punto de información, una sala polivalente y los [pequeños] servicios sanitarios. La suave rampa del pavimento, junto con el techo y paredes laterales, configuran un espacio de acusa perspectiva, que proporcionan una gran profundidad visual a este espacio de acceso; desde este ámbito de entrada se accede directamente a la puerta practicada bajo la cimentación del antiguo tanque, produciéndose un espacio de altura reducida que provoca un efecto de presión sobre el visitante, previo a su definitiva entrada al interior del tanque, que se realiza a través de una segunda rampa de acero [también de la clase cortén; el acceso actúa “como un recorrido iniciático de preparación para el acceso al monumental espacio interior.
La traducción de esas funciones en términos gráficos se consigue a partir de la creación de tres elementos cuadrados, que representan: un croquis de localización del lugar, una fotografía del depósito y un logo afianzando el nombre y uso del nuevo espacio. Estos símbolos serán una constante en el diseño de la línea, variando su ubicación en ella según necesidades compositivas. La referencia visual a cada espectáculo específico se resuelve por medio de la inserción de una fotografía alusiva al evento, acentuando la función de reclamo.
El empleo del negro como fondo de la composición responde a la presencia dominante y rotunda de la oscuridad en el interior del bidón de crudo, en el que el efecto de la luz sobre la forma imprime un carácter teatral. El uso del color constituye una parte importante en la estética de la línea gráfica de “El Tanque”. Las imágenes fotográficas son siempre tratadas empleando un bitono de negro más un color que varía en cada nuevo evento.
Un espacio no convencional concede al diseñador una cierta flexibilidad, traducible en el uso de formas no habituales; el formato escogido para el cartel responde a esta licencia: una forma casi cuadrada de 48 x 52 cms. Una tipografía de palo seco, la helvética black, otorga un carácter conciso y contundente a la presencia tipográfica [...].
El tratamiento brutalista de los materiales de acabado de estos espacios de ingreso, hormigón y mampostería, acentúan el carácter ritual de este recorrido de acceso al monumental espacio interior del tanque rehabilitado.
Los materiales y los elementos constructivos utilizados en la construcción de la nueva planta son el hormigón y fragmentos de chapas [de 40 mm. de un antiguo tanque, similar al rehabilitado] y tubos metálicos procedentes del desguace de la refinería [elementos reutilizados]. La piel interior del tanque ha sido simplemente arenada pintada [se aplicó el chorro de arena].
Los requerimientos de ventilación derivados de los nuevos usos propuestos para la antigua instalación industrial se resuelven de forma natural, potenciando un efecto de tiraje entre los orificios practicados en la cubierta superior y los tubos cubiertos en su parte baja perimetral; las corrientes de convección generadas por esta doble serie de perforaciones, con las consecuentes ascendentes de aire caliente deben mostrarse suficientes para la renovación del aire en el interior del tanque”.
Conseguimos hacer compatible la forma con las performances, lo efectivo con lo afectivo y la razón con la imaginación. Solo por eso ya valió la pena. Y lo hicimos a finales de un siglo que había nacido con ruidosas toneladas de producción industrial, con turbinas, altos hornos u producciones en cadena, y que fue dando paso poco a poco a la sigilosa Internet, a las comunicaciones de vértigo y a los fríos y distantes satélites espaciales. El Tanque es hoy patrimonio de una época que tampoco conviene olvidar.
viernes, 7 de agosto de 2009
MEMORIAS DE UN TANQUE DE PETROLEO, CAPITULO 1
*Este verano estoy tratando de terminar un libro sobre la Historia del Espacio Cultural El Tanque. Este es solo un primer borrador que iré publicando en el Blog. Muchos de ustedes han vivido experiencias en ese espacio, lo defendieron cuando estuvo a punto de ser demolido y quizá puedan ayudarme a no olvidarme de nada ni de nadie, por eso les pido que lo lean y me ayuden si pueden. Qué sintieron, qué ideas se les han ocurrido al entrar por primera vez, qué piensan del mismo, etc. Lo que quieran. Gracias de antemano.
EL TANQUE 69
JULIO 1997-JULIO 2009
CAPÍTULO 1.- A MODO DE PRELIMINAR.
El día que abrimos el Espacio Cultural El Tanque por primera vez al público, el 17 de julio de 1997, no imaginamos la batalla que se originaría por su permanencia, ni que doce años después seguiría, milagrosamente, en pie. Tampoco podíamos tener idea entonces de que esta singular sala pudiera ser objeto de tantas controversias, tener tantos partidarios y detractores, ni recibir tantos premios, reconocimientos y apoyos, y que aún así, en el año 2009 siguiera en duda su existencia.
No sé si esta estructura cultural seguirá en funcionamiento en el futuro, ni siquiera si cumplirá su próximo aniversario, pero aún así, hoy quiero presentarlo como un espacio que ha estado lleno de cultura y de contemporaneidad –hasta donde hemos podido y nos han dejado las circunstancias- a lo largo de los últimos 12 años. Lo que sí sé es que por mi parte seguiré haciendo todo lo que esté en mi mano para que El Espacio Cultural El Tanque siga en pié.
Pero la historia no comenzó el día de su apertura al público, sino mucho antes. Comenzó un día de diciembre de 1995 ( uno de los años más intensos que recuerdo ). La refinería de Santa Cruz se estaba desmantelando para dejar que la ciudad se expandiera hacia el sur y hacia el mar. Como también se estaba desmantelando media Europa del Este ( tras la caída del muro de Berlín en 1989 ) el hierro no solo regalaban si te lo querías llevar sino que te pagaban 11 pesetas por kilo.
Gracias a la visión de Jesús García Manrique y Fernando Menis, y a la iniciativa del Cabildo y de Cepsa, se dio a conocer este singular espacio.
Yo estaba buscando un espacio diferente, el Cabildo carecía entonces de un recinto propio para la celebración de actividades culturales ( parece que no pero ¡cómo han cambiado las cosas desde 1995! ) y Fernando me dijo que por qué no miraba en la refinería que la estaban desmantelando. Llamamos a Manrique a quien conocíamos de los conciertos de la Orquesta Sinfónica y ellos dos fueron primero a ver lo que había por allí. Manrique le enseñó el Tanque a Fernando y Fernando a mí.
Quedamos sobrecogidos por las magníficas condiciones (espaciales, lumínicas y sonoras) que el antiguo contenedor de combustible ofrecía para ser transformado en un espacio cultural.
Empezamos a tomar conciencia de la importancia del espacio que acabábamos de descubrir, la primera vez con botas de agua y en el tanque 68 que ya estaban desmantelando y al que habían abierto un boquete en su base. Aquella catedral de finales del Siglo XX con estética de blade runner, con las paredes llenas de restos de crudo, oscura pero con entradas de luz desde el oxidado techo de metal, esos sonidos que cualquier pisada o ligero movimiento creaba, nos impresionó profundamente. Esa belleza industrial tan austera, esa capacidad de los buenos ingenieros para hacer con formas bellas herramientas útiles creo que es imposible de describir, hay que vivirlo en primera persona.
Y eso fue lo que pensamos, si no recuerdo mal era el puente del Pilar, y nos fuimos al sur. En el coche decidimos que esto no podía destruirse sin que la gente de Santa Cruz lo experimentara. Solo quedaban dos tanques en pié. Cuando volvimos a la ciudad tras el puente solo quedaba en pié el 69, habían comenzado a vaciarlo para desmantelarlo. Hablamos con Adán, que como ingeniero industrial, y como antiguo trabajador de Ibérica de Montajes conocía la belleza de esos tanques por dentro, aunque nunca los había visto desde abajo sino colgado del techo y llenos de crudo. Le encantó la idea. Habló con Javier Martín Carvajal, Director de la Refinería entonces, y también le gustó la idea y dijo que Cepsa podía hacer la obra de acondicionamiento. Le pedí a Fernando Martín Menis que, ya que la idea era de los dos, de nosotros dos y de Manrique, hiciera él el proyecto de acondicionamiento para que la gente pudiera entrar al Tanque pero sin modificar el espacio, con la condición de que tenía que hacerlo gratis. Le pedí que pidiera exención de honorarios en el Colegio de Arquitectos. Aceptó.
Ahora que han pasado tantos años desde aquel primer momento mágico aún no entiendo por qué costó tanto defender que siguiera en pie. Si algo aprendí fue a esperar. Esperar y esperar y esperar para que lo que llamaban mi “capricho” por ese espacio no complicara más la situación. Y mi espera llevó a aguantar durante casi 5 años su cierre, su práctico olvido, aunque yo no lo olvidé, y durante los 5 años que permaneció cerrado al público me dediqué, calladita, y buscando algunos apoyos, a salvarlo definitivamente, aunque nada es nunca definitivo salvo la muerte.
De hecho, el primer paso para su salvación fue su cierre por decreto por parte de Ricardo Melchior – no sé si él se ha dado cuenta- y el rechazo que eso provocó dentro del partido, fuera, en la calle, me las ingenié para que nadie protestara, aún no sé cómo, por el cierre anticipado del faro de Marshall Mc Lujan y por la programación prevista para 2002 que quedó truncada para siempre por obra y gracia del Señor Presidente del Cabildo.
Siempre me sentí de parte de la razón, así que no puedo decir que me sintiera humillada o rendida cuando el Presidente del Cabildo me retiró las competencias en esta materia y decidió cerrar el espacio. Pero me avergüenzo de haber sentido miedo, y por eso no haber sido más dura y de no haber exigido que se volviera a reabrir inmediatamente en el mismo 2002. En lugar de eso esperé pacientemente casi 5 años. Se cerró a finales de enero de 2002 y solo pude volver a abrirlo a finales de noviembre de 2006, con la 1ª Bienal de Arte, Arquitectura y Paisaje de Canarias.
Sabía que estaba en una lucha por una cuestión cultural como tantas que ha habido a lo largo de la Historia. Nunca fue un capricho, ni un empeño personal: era lo normal, tenía que defender ese espacio porque era mi trabajo como Consejera de Cultura defender los espacios culturales y el patrimonio histórico industrial. No concibo el servicio público de otra manera que no sea implicándome a fondo en lo que hago y tratando de solucionar los problemas que se plantean y no esquivarlos como hacen algunos compañeros en esto que llamamos vida pública.
Durante mucho tiempo se dijo que el Espacio Cultural El Tanque era “solo “ un capricho personal mío. Tengo que decir que nunca lo fue. Fue un empeño personal por no dejarme avasallar por los intereses que rodeaban ese espacio y cumplir estrictamente con mi deber: el de una consejera insular de cultura que debe defender todos los espacios culturales que estén bajo su competencia. Y mucho más si se trata de un espacio muy especial, que despertó interés dentro y fuera de nuestras fronteras, que tenía un colectivo de ciudadanos presionando para que siguiera luchando por él y un alto valor desde el punto de vista patrimonial. Así que ahora que han pasado los años tengo que decir que no fue un capricho pero sí fue un trabajo en el que estuve dispuesta a dejarme la piel, y la carrera, de hecho creo que ahí empezaron mis problemas políticos, ya que Ricardo Melchior no ha dejado de vetarme para cualquier puesto, lista, reunión, etc. desde entonces hasta ahora, como contaré más adelante.
Las impresionantes catedrales románicas, góticas, barrocas, etc. del pasado son emblemas de la riqueza o importancia de las ciudades, pero hoy día la cultura ha derrotado a la religión como signo más obvio del éxito y de la importancia de los lugares. En los últimos 30 años ha recorrido el mundo entero una tendencia: la construcción de museos e instalaciones culturales de primer orden, erigidas como símbolos de los lugares en los que están. La Arquitectura se ha puesto a la cabeza de las disciplinas artísticas en cuanto a riqueza, innovación, creatividad y representatividad.
Y en Tenerife también hemos jugado nuestro papel: en los últimos 20 años hemos construido los emblemas culturales de la isla, el Auditorio y el TEA. No hay ciudad que se precie, ni isla que se precie que no tengan un buen Auditorio y Palacio de Opera y un Museo de Arte Contemporáneo y una gran Biblioteca. Es lo mínimo que debíamos hacer.
También las grandes empresas privadas han sucumbido a esta tendencia y han construido grandes y espectaculares sedes y museos.
En el caso del Espacio Cultural El Tanque ya estaba ahí, existía desde hacía décadas, formaba parte de nuestro paisaje urbano industrial, nosotros solo lo descubrimos y lo abrimos al público, son, los propios ciudadanos quienes demandaron la permanencia de este singular y espectacular espacio cultural, y no importantes empresas financieras ni los políticos más poderosos. Adán Martín y yo estuvimos detrás todo el tiempo. Adán dejándome hacer, mirando cómo me defendía, esperando mis reacciones y propuestas, y yo haciendo, y a la vez, aprendiendo. Aprendiendo de Adán y de lo que estaba ocurriendo a mi alrededor. Así fueron esos primeros años como Consejera de Cultura. Los mejores ( del 95 al 99 ) porque se podía pensar con libertad, porque la capacidad para innovar era bienvenida y no rechazada por sistema, porque no existía una jerarquía dictatorial y decimonónica sino confianza en que el jefe sabía que podía confiar en nosotros. Y caminábamos a veces por el filo de la navaja pero siempre con equilibrio.
Sabíamos –los que formábamos aquel equipo político de entonces- que otro mundo era posible, que podíamos transformar la realidad y mejorar la isla poco a poco, las cosas no se dejaban al azar, se planificaba, se pensaba y repensaba y se actuaba. Desde 1999 no se volvió a planificar. Aún hoy se vive de los planes de entonces en el Cabildo de Tenerife. Los que yo dejé en marcha terminaban en 2007, que yo sepa no se han puesto nuevos planes en marcha.
Así, en este ambiente de libertad política y creativa, tan lejos hoy, decidimos abrir un tanque de petróleo al público para que los ciudadanos conocieran por dentro lo que llevaban tantos años viendo – y sufriendo- por fuera. Por medio de un acuerdo de cesión temporal con la empresa petrolera CEPSA comenzaron las obras de adecuación del inmenso bidón.
EL TANQUE 69
JULIO 1997-JULIO 2009
CAPÍTULO 1.- A MODO DE PRELIMINAR.
El día que abrimos el Espacio Cultural El Tanque por primera vez al público, el 17 de julio de 1997, no imaginamos la batalla que se originaría por su permanencia, ni que doce años después seguiría, milagrosamente, en pie. Tampoco podíamos tener idea entonces de que esta singular sala pudiera ser objeto de tantas controversias, tener tantos partidarios y detractores, ni recibir tantos premios, reconocimientos y apoyos, y que aún así, en el año 2009 siguiera en duda su existencia.
No sé si esta estructura cultural seguirá en funcionamiento en el futuro, ni siquiera si cumplirá su próximo aniversario, pero aún así, hoy quiero presentarlo como un espacio que ha estado lleno de cultura y de contemporaneidad –hasta donde hemos podido y nos han dejado las circunstancias- a lo largo de los últimos 12 años. Lo que sí sé es que por mi parte seguiré haciendo todo lo que esté en mi mano para que El Espacio Cultural El Tanque siga en pié.
Pero la historia no comenzó el día de su apertura al público, sino mucho antes. Comenzó un día de diciembre de 1995 ( uno de los años más intensos que recuerdo ). La refinería de Santa Cruz se estaba desmantelando para dejar que la ciudad se expandiera hacia el sur y hacia el mar. Como también se estaba desmantelando media Europa del Este ( tras la caída del muro de Berlín en 1989 ) el hierro no solo regalaban si te lo querías llevar sino que te pagaban 11 pesetas por kilo.
Gracias a la visión de Jesús García Manrique y Fernando Menis, y a la iniciativa del Cabildo y de Cepsa, se dio a conocer este singular espacio.
Yo estaba buscando un espacio diferente, el Cabildo carecía entonces de un recinto propio para la celebración de actividades culturales ( parece que no pero ¡cómo han cambiado las cosas desde 1995! ) y Fernando me dijo que por qué no miraba en la refinería que la estaban desmantelando. Llamamos a Manrique a quien conocíamos de los conciertos de la Orquesta Sinfónica y ellos dos fueron primero a ver lo que había por allí. Manrique le enseñó el Tanque a Fernando y Fernando a mí.
Quedamos sobrecogidos por las magníficas condiciones (espaciales, lumínicas y sonoras) que el antiguo contenedor de combustible ofrecía para ser transformado en un espacio cultural.
Empezamos a tomar conciencia de la importancia del espacio que acabábamos de descubrir, la primera vez con botas de agua y en el tanque 68 que ya estaban desmantelando y al que habían abierto un boquete en su base. Aquella catedral de finales del Siglo XX con estética de blade runner, con las paredes llenas de restos de crudo, oscura pero con entradas de luz desde el oxidado techo de metal, esos sonidos que cualquier pisada o ligero movimiento creaba, nos impresionó profundamente. Esa belleza industrial tan austera, esa capacidad de los buenos ingenieros para hacer con formas bellas herramientas útiles creo que es imposible de describir, hay que vivirlo en primera persona.
Y eso fue lo que pensamos, si no recuerdo mal era el puente del Pilar, y nos fuimos al sur. En el coche decidimos que esto no podía destruirse sin que la gente de Santa Cruz lo experimentara. Solo quedaban dos tanques en pié. Cuando volvimos a la ciudad tras el puente solo quedaba en pié el 69, habían comenzado a vaciarlo para desmantelarlo. Hablamos con Adán, que como ingeniero industrial, y como antiguo trabajador de Ibérica de Montajes conocía la belleza de esos tanques por dentro, aunque nunca los había visto desde abajo sino colgado del techo y llenos de crudo. Le encantó la idea. Habló con Javier Martín Carvajal, Director de la Refinería entonces, y también le gustó la idea y dijo que Cepsa podía hacer la obra de acondicionamiento. Le pedí a Fernando Martín Menis que, ya que la idea era de los dos, de nosotros dos y de Manrique, hiciera él el proyecto de acondicionamiento para que la gente pudiera entrar al Tanque pero sin modificar el espacio, con la condición de que tenía que hacerlo gratis. Le pedí que pidiera exención de honorarios en el Colegio de Arquitectos. Aceptó.
Ahora que han pasado tantos años desde aquel primer momento mágico aún no entiendo por qué costó tanto defender que siguiera en pie. Si algo aprendí fue a esperar. Esperar y esperar y esperar para que lo que llamaban mi “capricho” por ese espacio no complicara más la situación. Y mi espera llevó a aguantar durante casi 5 años su cierre, su práctico olvido, aunque yo no lo olvidé, y durante los 5 años que permaneció cerrado al público me dediqué, calladita, y buscando algunos apoyos, a salvarlo definitivamente, aunque nada es nunca definitivo salvo la muerte.
De hecho, el primer paso para su salvación fue su cierre por decreto por parte de Ricardo Melchior – no sé si él se ha dado cuenta- y el rechazo que eso provocó dentro del partido, fuera, en la calle, me las ingenié para que nadie protestara, aún no sé cómo, por el cierre anticipado del faro de Marshall Mc Lujan y por la programación prevista para 2002 que quedó truncada para siempre por obra y gracia del Señor Presidente del Cabildo.
Siempre me sentí de parte de la razón, así que no puedo decir que me sintiera humillada o rendida cuando el Presidente del Cabildo me retiró las competencias en esta materia y decidió cerrar el espacio. Pero me avergüenzo de haber sentido miedo, y por eso no haber sido más dura y de no haber exigido que se volviera a reabrir inmediatamente en el mismo 2002. En lugar de eso esperé pacientemente casi 5 años. Se cerró a finales de enero de 2002 y solo pude volver a abrirlo a finales de noviembre de 2006, con la 1ª Bienal de Arte, Arquitectura y Paisaje de Canarias.
Sabía que estaba en una lucha por una cuestión cultural como tantas que ha habido a lo largo de la Historia. Nunca fue un capricho, ni un empeño personal: era lo normal, tenía que defender ese espacio porque era mi trabajo como Consejera de Cultura defender los espacios culturales y el patrimonio histórico industrial. No concibo el servicio público de otra manera que no sea implicándome a fondo en lo que hago y tratando de solucionar los problemas que se plantean y no esquivarlos como hacen algunos compañeros en esto que llamamos vida pública.
Durante mucho tiempo se dijo que el Espacio Cultural El Tanque era “solo “ un capricho personal mío. Tengo que decir que nunca lo fue. Fue un empeño personal por no dejarme avasallar por los intereses que rodeaban ese espacio y cumplir estrictamente con mi deber: el de una consejera insular de cultura que debe defender todos los espacios culturales que estén bajo su competencia. Y mucho más si se trata de un espacio muy especial, que despertó interés dentro y fuera de nuestras fronteras, que tenía un colectivo de ciudadanos presionando para que siguiera luchando por él y un alto valor desde el punto de vista patrimonial. Así que ahora que han pasado los años tengo que decir que no fue un capricho pero sí fue un trabajo en el que estuve dispuesta a dejarme la piel, y la carrera, de hecho creo que ahí empezaron mis problemas políticos, ya que Ricardo Melchior no ha dejado de vetarme para cualquier puesto, lista, reunión, etc. desde entonces hasta ahora, como contaré más adelante.
Las impresionantes catedrales románicas, góticas, barrocas, etc. del pasado son emblemas de la riqueza o importancia de las ciudades, pero hoy día la cultura ha derrotado a la religión como signo más obvio del éxito y de la importancia de los lugares. En los últimos 30 años ha recorrido el mundo entero una tendencia: la construcción de museos e instalaciones culturales de primer orden, erigidas como símbolos de los lugares en los que están. La Arquitectura se ha puesto a la cabeza de las disciplinas artísticas en cuanto a riqueza, innovación, creatividad y representatividad.
Y en Tenerife también hemos jugado nuestro papel: en los últimos 20 años hemos construido los emblemas culturales de la isla, el Auditorio y el TEA. No hay ciudad que se precie, ni isla que se precie que no tengan un buen Auditorio y Palacio de Opera y un Museo de Arte Contemporáneo y una gran Biblioteca. Es lo mínimo que debíamos hacer.
También las grandes empresas privadas han sucumbido a esta tendencia y han construido grandes y espectaculares sedes y museos.
En el caso del Espacio Cultural El Tanque ya estaba ahí, existía desde hacía décadas, formaba parte de nuestro paisaje urbano industrial, nosotros solo lo descubrimos y lo abrimos al público, son, los propios ciudadanos quienes demandaron la permanencia de este singular y espectacular espacio cultural, y no importantes empresas financieras ni los políticos más poderosos. Adán Martín y yo estuvimos detrás todo el tiempo. Adán dejándome hacer, mirando cómo me defendía, esperando mis reacciones y propuestas, y yo haciendo, y a la vez, aprendiendo. Aprendiendo de Adán y de lo que estaba ocurriendo a mi alrededor. Así fueron esos primeros años como Consejera de Cultura. Los mejores ( del 95 al 99 ) porque se podía pensar con libertad, porque la capacidad para innovar era bienvenida y no rechazada por sistema, porque no existía una jerarquía dictatorial y decimonónica sino confianza en que el jefe sabía que podía confiar en nosotros. Y caminábamos a veces por el filo de la navaja pero siempre con equilibrio.
Sabíamos –los que formábamos aquel equipo político de entonces- que otro mundo era posible, que podíamos transformar la realidad y mejorar la isla poco a poco, las cosas no se dejaban al azar, se planificaba, se pensaba y repensaba y se actuaba. Desde 1999 no se volvió a planificar. Aún hoy se vive de los planes de entonces en el Cabildo de Tenerife. Los que yo dejé en marcha terminaban en 2007, que yo sepa no se han puesto nuevos planes en marcha.
Así, en este ambiente de libertad política y creativa, tan lejos hoy, decidimos abrir un tanque de petróleo al público para que los ciudadanos conocieran por dentro lo que llevaban tantos años viendo – y sufriendo- por fuera. Por medio de un acuerdo de cesión temporal con la empresa petrolera CEPSA comenzaron las obras de adecuación del inmenso bidón.
jueves, 6 de agosto de 2009
Una idea de negocio....
Al hilo de los comentarios del último post sobre la comercialización y distribución del audiovisual canario.
Se me ha ocurrido que, en estos tiempos de crisis donde muchos buscan empleo, una idea de negocio para poner en marcha sería AGRUPAR A LAS PRODUCTORAS CINEMATOGRÁFICAS canarias para formar un pool, una unión de las mismas que pueda comercializar con más eficacia sus obras cinematográficas. Si se actúa de forma agrupada para comercializar mejor quizás se solucione uno de los problemas que mencionaban en la anterior entrada de este blog.
Ya me dirán qué les parece y si alguien se atreve.
Se me ha ocurrido que, en estos tiempos de crisis donde muchos buscan empleo, una idea de negocio para poner en marcha sería AGRUPAR A LAS PRODUCTORAS CINEMATOGRÁFICAS canarias para formar un pool, una unión de las mismas que pueda comercializar con más eficacia sus obras cinematográficas. Si se actúa de forma agrupada para comercializar mejor quizás se solucione uno de los problemas que mencionaban en la anterior entrada de este blog.
Ya me dirán qué les parece y si alguien se atreve.
domingo, 2 de agosto de 2009
UNA PROPUESTA OLVIDADA: CREAPOLIS
Creapolis: parque empresarial para el sector audiovisual, publicitario, nuevas tecnologías y diseño. Es una idea de 2006 que se quedó en el camino, por ahora. Me gustaría saber qué les parece.
Creapolis podría ser un espacio situado al sudoeste de Santa Cruz de Tenerife dedicado a la creación de una ciudad de la imagen en su más amplio sentido. En este parque empresarial tendrán cabida las empresas de producción audiovisual, así como todos los servicios auxiliares que sirven a esta industria (construcción de decorados, empresas de catering, peluquería, maquillaje, estudios de sonido, estudios de postproducción, empresas de alquiler de maquinaria y material de iluminación, platós, proveedores de material…)
También se podrán establecer allí empresas de nuevas tecnologías, estudios de diseño, agencias de publicidad, fotografía… En resumen, todas aquellas empresas que se basan en la creación y la imagen.
Será un parque empresarial dotado de la última tecnología de comunicaciones.
El motor de Creapolis será un edificio central en el que se instalará las sedes del Ente Público de la Radiotelevisión Canaria, de la Filmoteca y del futuro Consorcio Audiovisual de Canarias.
Este edificio será el referente arquitectónico de Creápolis y se situará en el centro de la parcela. Alrededor de este edificio se construirían los platós que darán servicio a la TVC.
Para diseñar Creápolis se convocará un concurso de ideas.
Creápolis podría albergar un centro de estudios audiovisuales, vinculado a la Universidad de La Laguna, así como a la Formación Profesional.
Situación:
Creápolis está situado en un lugar estratégico, con acceso directo a la autopista del Sur y conexión a la del norte. A 5 minutos de Santa Cruz y de La Laguna.
Objetivo:
Concentrar a las empresas dedicadas a la producción audiovisual, de diseño y publicidad para crear sinergias entre ellas y maximizar los recursos disponibles. Promover la revolución digital y la multidisciplinaridad.
Quién participará:
Gobierno de Canarias: Industria y Cultura
Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife
Propietarios del terreno: Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Gestur y Junta Compensatoria.
Propietarios de edificio Creapolis: Gobierno de Canarias
Dotación de infraestructuras: Gobierno de Canarias, Consejería de Industria
Creapolis podría ser un espacio situado al sudoeste de Santa Cruz de Tenerife dedicado a la creación de una ciudad de la imagen en su más amplio sentido. En este parque empresarial tendrán cabida las empresas de producción audiovisual, así como todos los servicios auxiliares que sirven a esta industria (construcción de decorados, empresas de catering, peluquería, maquillaje, estudios de sonido, estudios de postproducción, empresas de alquiler de maquinaria y material de iluminación, platós, proveedores de material…)
También se podrán establecer allí empresas de nuevas tecnologías, estudios de diseño, agencias de publicidad, fotografía… En resumen, todas aquellas empresas que se basan en la creación y la imagen.
Será un parque empresarial dotado de la última tecnología de comunicaciones.
El motor de Creapolis será un edificio central en el que se instalará las sedes del Ente Público de la Radiotelevisión Canaria, de la Filmoteca y del futuro Consorcio Audiovisual de Canarias.
Este edificio será el referente arquitectónico de Creápolis y se situará en el centro de la parcela. Alrededor de este edificio se construirían los platós que darán servicio a la TVC.
Para diseñar Creápolis se convocará un concurso de ideas.
Creápolis podría albergar un centro de estudios audiovisuales, vinculado a la Universidad de La Laguna, así como a la Formación Profesional.
Situación:
Creápolis está situado en un lugar estratégico, con acceso directo a la autopista del Sur y conexión a la del norte. A 5 minutos de Santa Cruz y de La Laguna.
Objetivo:
Concentrar a las empresas dedicadas a la producción audiovisual, de diseño y publicidad para crear sinergias entre ellas y maximizar los recursos disponibles. Promover la revolución digital y la multidisciplinaridad.
Quién participará:
Gobierno de Canarias: Industria y Cultura
Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife
Propietarios del terreno: Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Gestur y Junta Compensatoria.
Propietarios de edificio Creapolis: Gobierno de Canarias
Dotación de infraestructuras: Gobierno de Canarias, Consejería de Industria
Suscribirse a:
Entradas (Atom)