CANARIAS ISLA A ISLA: SIEMPRE BUSCANDO EL EQUILIBRIO.
Querido Paulino:
Seguro que ya te habrás dado cuenta de que el equilibrio territorial en Canarias exige que aprendamos a ser equilibristas. Se necesita demasiada destreza y fuerza para aguantar ese reto que tu asumiste de intentar gobernar estas islas.
Para esa segunda modernización de Canarias que tu quieres poner en marcha y para que la insularidad y lejanía no nos sigan restando velocidad tienes que aplicar el EJE TRANSINSULAR de transportes, la RED TRANSCANARIA de Adán. Mucha gente trabajó muy duramente en ella y está hecha con rigor, seriedad y bien pensada. Solo necesita DESARROLLARSE MÁS RAPIDO.
CANARIAS ES DIVERSA. LAS ISLAS SON DIFERENTES ENTRE SI. La diversidad no es mala ni buena, simplemente es. Y seguirá siendo. Homogeneizar las islas es lo mismo que detestamos de la globalización del mundo ( que acabe con las particularidades y con la diversidad ). La diversidad de Canarias será lo que hagamos de ella. Canarias no necesita ni más ni menos diversidad. Canarias necesita un sueño común, una idea, un nuevo manifiesto: palabras y hechos. Los Canarios precisamos descubrir cómo sacar partido de esa heterogeneidad que nos caracteriza utilizando los avances en el ámbito de la tecnología, las instituciones y los valores. O si no serán otros los que decidan nuestro destino. Y ni tu ni yo queremos eso.
6 comentarios:
No habrá otro foro para que el presidente del Gobierno de Canarias que milita en Coalición Canaria y se reunirá alguna vez con el grupo parlamentario de Coalición Canaria se entere de todas estas 'ideas para Paulino'.
¿Ustedes no se hablan?
Hola cristobal:
Pues hablamos mucho menos de lo que me gustaría. El lo sabe. así que como él nunca tiene tiempo le envío en mi blog las ideas y así las puede ir leyendo cuando tiene un momento.
Hoy tenemos reunión de grupo, pero en esas reuniones... es difícil.... profundizar....
Si la cosa es así. Insiste. Utiliza este foro y todos los que puedas.
En realidad esto no es un comentario sino un texto que someto a tu juicio.
¿Canarias y Cultura?
Son las dos palabras que nos preocupan en este comienzo de milenio. ¿Cómo conjugarlas? No es fácil. Ultraperificidad de la Unión Europea, insularidad y doble insularidad que provoca un doble o triple sobre coste económico, ausencia de inversión privada, índice alto de abandono escolar, crisis o depresión galopante… Hay una multitud de factores que justifican y demandan una participación muy activa del Estado en el ámbito de la Cultura en Canarias, sobre todo, en Canarias. Eso sí, la Cultura no entendida como un mero espectáculo para las masas sino como una pieza fundamental en el desarrollo social y humano de la gente que las habita, condicionadas por la insularidad y el coste económico y social que ello implica. Por ello, la Cultura ha de estar sostenida y desarrollada por un Estado integral, innovador, cosmopolita y garante de que esa Cultura sea una rampa de lanzamiento para un mejor desarrollo que puede y debe incidir en una mayor riqueza tanto humana como económica. A su vez, este Estado ha de velar por el equilibrio de los territorios tan especiales como son siete islas que conforman el archipiélago. Y la búsqueda de ese equilibrio está también en el encuentro o la fabricación de una demanda cultural que responda al siglo en el que vivimos. El Estado, llámese Gobierno autónomo, Cabildo, etc… ha de velar y ha de promocionar la instauración, con las medidas adecuadas, de un caldo de cultivo cultural que propicie que esa demanda y participación se perpetúe entre los habitantes de las islas y crezca a lo largo de los años. Y para ello la coordinación cultural entre la formación, educación y participación es esencial.
Y es la participación uno de los caballos de batalla en los que el Estado debería intervenir con más decisión. Quiero decir que está muy bien desear que las políticas públicas y sus responsables sean rápidos y eficaces a la hora de tomar decisiones estratégicas novedosas que conlleven un alto grado de participación y de identificación de las nuevas políticas culturales, pero ese deseo se queda ahí sin una verdadera estimación de cómo ello se puede llevar a cabo. Digamos que en el texto que nos ocupa, faltan los vehículos, las herramientas precisas para que ese deseo sea algo más que eso. Para ello haría falta la creación de una agencia integral pública que vigile, pondere y se adelante a las necesidades culturales no ya tanto del mercado sino de la gente. Y si hablamos del mercado, apostar de una vez por todas por unas políticas fiscales muy atrayentes al sector cultural, beneficiaría no sólo a una musculación de la inversión privada en este terreno sino a la creación de empleo cualificado y bien remunerado, dos de los adjetivos que más se echan en falta en el terreno laboral y más si hablamos de las Islas Canarias.
En cuanto al diseño de políticas integrales y basándonos en lo desarrollado con anterioridad en el texto sobre los diferentes niveles de gobierno en nuestro estado, esas políticas se manifiestan casi imposibles debido al alto grado de politización y el pésimo grado de profesionalización que se da en las materias que afectan a la Cultura y en otras íntimamente relacionadas con esta. El comercio, el turismo, la acción internacional, la información, la televisión,… son muchas las materias que han de sumar con la Cultura y están puestas en muy diferentes manos y con diferentes objetivos, para equilibrarlas en un solo modelo de crecimiento y desarrollo tanto humano como técnico. Aún así, es la que creo que tiene más posibilidades de ser efectiva en nuestras islas ya que sin este valor de integración, cualquier política devendría en ineficaz y por lo tanto contraproducente para el desarrollo social y humano de los habitantes de las islas.
Es en la conexión de los distintos territorios con el exterior donde el estado ha de incidir en su faceta integradora, no sólo con los niveles que él representa sino con las distintas empresas que desarrollan su labor en ese ámbito. Ahí está Internet y la globalización como ejemplo. Está claro que la participación del estado es vital para que los distintos territorios puedan colaborar y participar en ese desarrollo cultural que no debe estar reñido con el turístico, comercial y educativo. Y, sin duda, el principal elemento con el que cuenta Canarias para su desarrollo es la capacidad de atracción que ejerce el territorio canario por su situación y clima para implantar iniciativas transnacionales e incluso mundiales en un período como este de la globalización. A su vez, la seguridad, las infraestructuras que se han ido realizando estos últimos años así como la benignidad del clima que asiste a las islas durante todo el año, sobre todo en los meses de invierno, convierte a Canarias en un enclave perfecto para desarrollar todo tipo de iniciativas relacionadas con la Cultura.
Ese elemento básico de atracción e íntimamente relacionado con el turismo, factor clave de nuestro crecimiento económico, ha de ponerse en la senda de la integración de las diversas políticas no sólo culturales sino educativas, turísticas, comerciales y medioambientales que han de regir el futuro de Canarias y que sin esos objetivos comunes de los distintos niveles de gobierno sería imposible su perduración y eficacia en el tiempo. Y es que la Cultura no es un elemento disuasorio o disfuncional que hace que las demás políticas pierdan su sentido. La Cultura debe ser, por el contrario, el elemento integrador de un verdadero desarrollo humano en una sociedad como las que nos presenta este comienzo de siglo. Y así, los activos educativos han de ir de la mano de los activos culturales para que las islas tengan una vocación propia, sí relacionada, sí cosmopolita, ya que las islas geográficamente hablando son y han de ser un vértice de las relaciones de todo tipo entre Europa, América y África, un ejemplo de lo que el desarrollo humano ha de ser en el futuro más cercano. De ahí que la implementación de políticas estatales (cultura, grandes proyectos), con regionales (educación) y locales (participación), a la vez que el apoyo a la ultraperificidad (economía y equilibrio) desde la Unión Europea debe ser el objetivo principal que esta agencia integral pública ponga en el medio y largo plazo.
La combinación de estos diferentes niveles de gobierno en iniciativas de gran calado e interdisciplinares como es la realización de proyectos culturales a gran escala promocionados, gestionado y dirigido por esa agencia cultural que funcione como un lobby y como un gestor de ideas culturales y que se convierta con el paso de los años en el motor de una auténtica industria que dé empleo y crecimiento económico a las islas. Recientes estudios indican que el uso del lenguaje en castellano es un 15% del PIB nacional. ¿Podemos imaginar que eso revierta en lo cultural y que de ahí se aumente exponencialmente su peso en la economía ya sea nacional o regional? Para mí debe ser una de las principales patas que ayude a fomentar la educación, el progreso, el empleo, el crecimiento, la juventud,… En una palabra, el mejor futuro de las Islas y de los isleños. Lo escribía el politólogo británico Timothy Garton Ash en un artículo publicado en EL PAIS recientemente: “El poder de Harry Potter: La principal arma del Reino Unido en el mundo no son los misiles ni la libra, sino su influencia cultural. La cuestión es qué debe hacer el Estado para asegurar que perdura”. Sustituyamos Reino Unido por Canarias y Misiles y libras por plátanos y desarrollo insostenible del turismo.
Pues eso, que la Cultura en Canarias influya y perdure.
Me ha gustado eso que has escrito de la tecnología, los valores,... Ese es es camino, sin duda, y mi proyecto de Septenio va bastante de eso.
Que ganas de saber más de tu proyecto..
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