Discurso despedida
círculo
Hoy, 12 de diciembre de 2016, me voy. Dejo la Presidencia del Círculo de Bellas
Artes de Tenerife. Esta es la declaración oficial de mi dimisión. Es mi último
día como presidenta de esta institución tan especial. Ha sido fascinante. Un
camino extraordinario que he recorrido, hemos recorrido, con ilusión. Y ahora
que ha llegado el optimismo a una institución cultural que durante muchos años
sufrió la crisis económica hasta quedar extenuada, recuerdo una canción de
Pedro Guerra que dedica a su padre y se pregunta ¿cuánto de esto ha sido tuyo y
cuanto de esto ha sido mío?
Es lo mismo que yo hoy les pregunto a todos ustedes:
¿cuándo de esto ha sido nuestro y cuánto ha sido solo mío? ¿cuándo ha sido por los anteriores gobiernos
del Círculo? ¿Cuánto por los nuevos socios? ¿Cómo saberlo exactamente?
Lo digo porque sé que algunos socios están preocupados
por si seguirá o no el estilo emprendido hace hoy ya más de dos años y dos
meses, el 6 de octubre de 2014. A esos quiero decirles que esto ha sido un
trabajo de todos, al que cada uno de nosotros hemos aportado nuestra
personalidad y nuestro tiempo en la medida que hemos podido. Es cierto que gran
parte de la Junta es la misma Junta que venía de atrás, del equipo de Miriam
Durango pero sin embargo todo ha resultado diferente. Es un trabajo colectivo,
porque solo si es en colaboración, un proyecto como este puede ser un proyecto
viable y responsable, con la solidez necesaria para evitar que decaiga.
Es obvio que cada personalidad es diferente y que cada
maestrillo tiene su librillo y que ningún presidente de esta entidad, desde
Bonnín hasta nuestros días, ha sido igual a otro. Todos han sido diferentes entre sí, y la
entidad ha pasado por diferentes fases y momentos que han ido ennobleciendo su
historia y atesorando un legado cultural que hoy es importantísimo para la isla
de Tenerife. Creo que lo importante es, sea quien sea el nuevo presidente o
presidenta, que le ponga tiempo, cabeza y corazón. Yo ahora tengo que poner mi
tiempo, la cabeza y el corazón en otro lugar. En mi familia.
Siempre ha sido así, son las leyes de la vida, y es lo
normal en instituciones como esta donde uno viene no para quedarse sino para
trabajar un tiempo y luego pasar el testigo.
Como balance de estos dos años puedo afirmar que hemos
conseguido muchas cosas y hemos fracasado en otras, a veces por mi culpa, por no poder dedicarle más
tiempo, por no poder profundizar más, y otras veces a causa del sistema político
que va demasiado lento o por diversas circunstancias.
Sin embargo creo que es más lo positivo que lo negativo.
Permítanme que haga un pequeño balance:
Creo que hemos redefinido el papel del Círculo en la
cultura de la isla, hemos roto con viejos modelos de pensamiento y hemos sido
muy creativos.
Giramos hacia los jóvenes y hacia la globalización de la
entidad. Esto es importante para mí, de lo que más orgullosa me siento y lo que
más ansío que no se pierda. Nuestra nueva concepción totalmente distinta de lo
habitual, no hacer exposiciones individuales, sino apostar por lo colectivo tal
vez nos enemistó con el stablishment del arte pero gente joven
que antes ni sabía que el Círculo existía ahora lo siente como propio.
Creo que hemos hecho en estos dos años un Círculo más
abierto y más europeo, más internacional. El hecho de traducir todo al inglés es
uno de nuestros mayores méritos. Porque ahora no solo nos entienden los
canarios, sino los 6 millones de personas que visitan anualmente la isla. Y
esto incrementa las oportunidades económicas que tiene el Círculo si se
continúa en la línea de intentar una correcta comercialización de los productos
culturales que ofrecemos aquí.
El Círculo se hizo más plural y más libre en estos años.
Discutimos más. Nos reunimos más y votamos cada vez que hizo falta votar. La
protección del edificio alcanzó un nivel de prioridad inédito bajo
otras presidencias y ha consolidado el edificio como una referencia cultural en
la ciudad, con su nueva fachada y su nueva entrada y con su declaración como
parte del Bien de Interés Cultural del conjunto histórico del viejo Santa Cruz.
Llegué a este cargo cuando el círculo sufría una
de sus mayores crisis económicas. Hoy en día las cifras están más o
menos en orden, las estadísticas están cerca de la plena sostenibilidad
económica, pero el crecimiento económico sigue siendo nuestro problema.
Un reto para la nueva presidencia es conseguir esa sostenibilidad.
Por otro lado el Círculo continuó como siempre ha sido, un
poco surrealista, abierto a las ideas nuevas, siempre contemporáneo, siempre
vivo. Hemos triplicado el número de socios en dos años. Hemos pasado de no
tener ingresos asegurados a firmar 3 convenios, y a tener 2 más en
posibilidades de futuro:
Cabildo de Tenerife: 20.000 euros
Caja Canarias: 8.000 euros
Ayuntamiento de Santa Cruz: 5.000 euros
Esto con carácter anual,
y permanente.
Y es un reto firmar dos acuerdos ya negociados pero no
finalizados, cuya burocracia requiere que el nuevo equipo esté encima:
-
Un acuerdo de 75 mil
euros con el ayuntamiento de santa cruz para las obras (en parte las realizadas
ya y en parte las que quedan por hacer).
-
Un acuerdo estable de
10 mil euros anuales con el Gobierno de Canarias que hay que pelear antes del
días 21 de este mes de diciembre con los diferentes grupos parlamentarios.
Hemos visto nuestras exposiciones publicadas en muchos
más medios de comunicación que nunca, pero no solo canarios, sino en revistas
de tirada nacional e internacional como DECOR ITALLIA, BERLOGOS EN RUSIA,
GATEWAY EN CHINA, GENTLEMAN EN MADRID, WALLPAPER EN LONDRES, etc.
Hemos visto las paredes del Círculo llenas de cuadros de
Dalí o de artistas internacionales vivos como el japonés Paul Hamanaka.
Hemos planificado con tiempo, hasta lograr tener
planificada la actividad de la entidad con un año de antelación, estando todas
las exposiciones cerradas hasta el próximo noviembre.
No todo es positivo. Seguimos teniendo retos pendientes:
-
La comunicación previa
en trámite en el Ayuntamiento de Santa Cruz,
-
La apertura de la
Terraza
-
La mejora del
rendimiento del espacio dedicado al Coworking.
-
El incremento del
número de socios.
-
Etc.
Pero no podemos quejarnos. El balance es positivo. Al
menos yo lo veo así.
Creo que hemos tocado un poco el cielo, creo que hacía
años, al menos desde 2007, que no se había vuelto a vivir un momento de tanta
pasión y optimismo por aquí. Simplemente
no tuvimos miedo. Gracias por eso por ayudarme a dar todos los pasos que hemos
dado en estos más de dos años.
Pero, finalmente, el corazón siempre nos enseña por donde
ir y mi corazón me dice que, ahora, debo estar en otro lugar. Así es la vida. Y
por eso me despido de ustedes repitiendo la palabra que más se acerca a lo que
siempre sentí durante estos dos años y dos meses: GRACIAS.
Dulce Xerach, 12
de diciembre de 2016.