En los últimos años previos a la crisis vivimos en Tenerife un pequeño esplendor cultural que dio lugar a proyectos como el SILA. Un proyecto que ahora es plagiado sorprendentemente con la ayuda del propio Gobierno de Canarias que apoyó a sus creadores originales. En las últimas semanas hemos compartido contigo información sobre SILA, y la situación creada por el incumplimiento de las condiciones y objetivos por parte de parte del Gobierno de las islas.
A copiar se ha apuntado también la Fundación Farrah, de las Palmas de Gran Canaria, a pesar de saber que SILA es una marca registrada, al saltarse la legalidad modificando el nombre (“libro africano” por “letras Africanas”), pero utilizando el acrónimo de “SILA”, en una clara demostración de mala fe y de mucho más.
Es increíble ver como el poder institucional permite que siga adelante con esta copia de una idea genuina y original que comenzó de manera muy modesta pero también muy profesional hace ya unos años, diez, para ser más exactos, cuando se celebró, apoyado por el Cabildo Insular de Tenerife el primer encuentro de editores en Canarias, a propuesta de Antonio Vizcaya y Angeles Alonso, y que ahora, en muy poco tiempo, se ha convertido en referente de cultura para nuestro Archipiélago y también fuera de nuestras fronteras.
La labor de esos 10 años quedará para siempre pase lo que pase ahora. Como quedó para siempre la labor de Gaceta de Arte, a pesar de que su historia fue truncada por la Guerra Civil.
SILA, es un proyecto cultural y empresarial que se configuró como una herramienta dispuesta a ser utilizada en pro de la diversidad cultural y la bibliodiversidad, que acerca Canarias a Africa, su vecino natural.
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SILA es una buena idea que nació en la isla de Tenerife y que ahora alguien quiere
robar.
Este no es como otros proyectos culturales una idea que se hunde con la crisis.
Con el SILA ocurren otras cosas más complejas y profundas, siempre presentes
en lo profundo y complejo de nuestro Archipiélago. Considero que lo que está
pasando es un atropello y que quien puede pararlo aún está a tiempo y
podría hacerlo si quisiera. Pero tal vez no quiere o no se da
cuenta de lo que está pasando.