Heinz Leyman sugiere que:
'En las sociedades altamente industrializadas de Occidente el lugar de trabajo es el único campo de batalla que queda donde la gente puede matar a otro sin correr el riesgo de enfrentarse a los tribunales'.
Las víctimas de acoso, vetos profesionales,etc. según los psicólogos van deteriorándose profesional y psicológicamente hasta perder su capacidad de autoestima: primer paso para caer, en algunos casos y cuando la situación se prolonga por encima de los seis meses, en la depresión, enfermedades psicosomáticas (úlceras de duodeno, crisis cardiacas, algunos psicólogos hablan hasta de determinados tipos de cáncer relacionados con el estrés mantenido), el insomnio, el alcoholismo e incluso el suicidio.
Hay diferentes formas de ejercer el hostigamiento: desde no dirigirse ni hablar a la víctima, actuando como si no estuviera, no adjudicarle trabajo, darle tareas inútiles que no le dejan tiempo para realizar las tareas importantes, darle más trabajo del que puede realizar y dejarle en evidencia ante los demás, ridiculizar su aspecto o hacer circular calumnias sobre su vida privada. Es curioso constatar que los ataques se producen en privado o ante “testigos mudos”.
Nadie quiere declarar a favor de la víctima por miedo a ser el siguiente objetivo. El acosado se encuentra en una situación de abandono por parte de los compañeros.
Todos conocemos la importancia del estrés en el inicio y empeoramiento de muchas enfermedades. Las constantes vitales de nuestro organismo han de mantenerse en sus niveles óptimos de funcionamiento -el equilibrio homeostático- pero si existen situaciones, acontecimientos o estímulos que desestabilizan ese equilibrio obligan al organismo a hacer un esfuerzo suplementario para restaurar el equilibrio interno. Si el estrés se prolonga cierto tiempo, la capacidad de recuperación del organismo ya no podrá responder con la misma eficacia, aumentando su vulnerabilidad a los agentes patógenos, favoreciendo la aparición de toda clase de enfermedades. Los daños fisiológicos han sido valorados por Elisa Boberg, técnico de Prevención de Riesgos Laborales:
- La tensión emocional aumenta el riesgo de infarto de miocardio.
- Subidas bruscas de tensión, con riesgo de accidente vascular.
- Agravamiento de la diabetes.
- Reduce la producción de andrógenos y estrógenos así como el interés sexual.
- Inhibe el sistema inmune, lo que puede propiciar el desarrollo enfermedades como el cáncer.
- Estimula comportamientos poco saludables: tabaco, alcohol, anorexia...