domingo, 13 de enero de 2013

Planificar sigue siendo importante (en la revolución). La vigencia de las ideas de Adán Martín


Preparando una clase sobre planificación me asaltaron todas las dudas imaginables: ¿si vivimos en medio de una revolución, de un cambio de era, donde las normas están todas en entredicho cómo explicar que a pesar de todo la planificación, pensar en cómo queremos salir de esta revolución, es importante?

¿Cómo explicar algo tan importante?

Entonces me acordé de él. De mi maestro invencible. De Adán y su visión planificadora y global. De su pensamiento y sus intenciones globales y holísticas, de su empeño didáctico.


                                        Adán Martín en el Parlamento.

Recuperé una entrevista que le hizo Paco Pomares en 2009 y no me sorprendió la actualidad total de sus ideas que quiero transmitir aquí:

    • Planificar “es la forma correcta de enfocar las decisiones. Ver cómo consigues afrontar las cosas, que esfuerzo se requiere y en que condiciones sales. Es como ésta crisis: no sólo se trata de plantear medidas paliativas para que la gente sufra lo menos posible, sino de ver como la enfocamos para que al salir estemos en mejores condiciones. Pensar en corto y en largo al mismo tiempo”. 
    • "Yo preferiría ser recordado por haber intentado hacer las cosas pensándolas, por haber creído que el rigor no está reñido con la creatividad, por haber querido planificar la adopción de decisiones y por haber tenido una idea de Canarias y haber trabajado con entusiasmo por esa idea".

Adán Martín y parte de su equipo el día que anunció su partida de la política (2007)

Ese es el gran mensaje que nos dejó (personalmente intento no olvidarlo nunca y practicarlo siempre que puedo). Además nos dejó otro mensaje: aprender a trabajar en equipo es importante, y a escuchar. Y con su equipo siguió trabajando hasta el final. Ahora nosotros seguimos planificando desde la sombra un futuro mejor, cada uno desde su lugar en la vida:


10 comentarios:

Anónimo dijo...

Cierto, como se le echa de menos en la política, a él y a gente como él. En esta crisis que es cuando más y mejores políticos necesitamos resulta que es cuando menos tenemos con capacidad para enfrentarse a todos los nuevos retos que tenemos delante como sociedad.

dry dijo...

+++

Planificar no solo es importante sino imprescindible, si no, los arboles no nos dejaran ver el bosque que hay detrás, su dimensión, su espesura y sus posibilidades.

OLGA dijo...

Pero Dulce la planificación no es exacta ¿de hecho acaso pudimos planificar que estaríamos en una crisis así?

Anónimo dijo...

Planificacion es lo que han demostrado los ultimos 30 años en canarias gobernando los mismos.Da mucho que pensar? Planificar? Uhhfff.Buen recordatorio!!!

Otro anónimo dijo...

Planificación que fue casi perfecta en el Cabildo de Tenerife cuando estaba Adán, sí señor. Lástima que el resto de los ciudadanos y alcaldes de la isla no tuviéramos esa planificación en la cabeza. A ver si aprendemos de nuestra historia de una vez.

OLGA dijo...

El problema fue los que no hicieron caso a ese empeño suyo -de Adán- de planificar, de pensar, de no llegar tarde al futuro, como "su amigo" Paulino, que pensar pensar ha pensado en él y después en él, y en los que son como él pero no más allá, y esa es la verdadera pena de Canarias porque ¿a dónde nos lleva?

Por no hablar de Melchior y su cabezonería. Todos del mismo partido de Adán Martín, pero tan distintos. Tan traidores.Tan cortos.Tan incapaces de trabajar en equipo y tan incapaces de aceptar la diversidad.

Victor Díaz dijo...

Adán sentía la pasión de planificar. Lo hacía con entusiasmo, y con rigor. Nos gobernaba con rigor.Le tocó otra época, estoy seguro de que si le hubiera tocado la crisis también habría estado a la altura de las circunstancias.

Anónimo dijo...

Esta es otra época y cuando se debió planificar no se hizo. Además la política ya ven como ha ido cayendo poco a poco tan bajo. Ahora sin crédito ninguno. Hay un problema más profundo que esa planificación, Dulce. La verdadera política no es planificación, hablas de "alta política", esa política que está en otra órbita distinta de donde habita el ciudadano. Una política que no estaba (ni está, ni se la espera) al servicio del ciudadano, sino de otros intereses mas espúreos: empresariales, particulares, equilibrios de poder... La política sufre este descrédito porque es una maniobra para mantener una casta oligárquica que vive de espaldas a la sociedad, solo pensando en mantener su estatus plutocrático. Una pena. Pero lo más penoso es que no haya ni un solo político que se atreva a decir la verdad de lo que vivimos, de lo que vivimos, y más aún, de lo que nos espera. Creo que definitivamente este sistema está acabado, y que los políticos actúan como ridiculos funambulistas o como carroñeros que no dejan escapar su víctima. Todo esto se ha acabado ya. Asistimos al final de la función. Quien no lo quiere ver es porque no quiere. En el pais de los ciegos el tuerto es el rey. Comprendo tu admiración por Adán, pero a la gente de la calle eso no nos llega, su actuación estuvo en un plano diametralmente distinto al nuestro, su planificación y su teoría quedó en algún despacho lejano. Seguro que tuvo su mérito, pero no llegó a la calle, no caló. La política es servicio a la ciudadanía. Desinterasada, entregada a la sociedad, con un afan de mejorar la vida a la gente. ¿De eso queda algo? Nada. Eso si, nombres en calles y avenidas para la eternidad. Algo falló. Y para arreglar esto hay que reconocerlo.
(Por delante mis respetos a Adán Martín como persona)

Dulce Xerach dijo...

¿ cuánto dura el momento de morir?

Dulce Xerach dijo...

Pensar, arriesgar y planificar un poco es lo mínimo que deberíamos pedir a cualquier político.Adán lo hacía.Puede que cometiera errores pero intentaba cometer los mínimos posibles.