lunes, 8 de diciembre de 2008

LA CONSTITUCION Y LOS PARTIDOS POLITICOS

EL ARTÍCULO 6 de nuestra Constitución establece que " los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.

Por otro lado el ARTICULO 23 establece que "1.- Los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal. ". Asimismo, tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las leyes.

Ahora que estamos celebrando los 30 años de la Constitución conviene releerla y repensarla ¿ estamos realmente con esas leyes que hemos elaborado para desarrollarla atendiendo al espíritu de la misma? ¿ es realmente democrático el funcionamiento interno de todos los partidos? ¿ realmente todos tenemos igualdad de condiciones para participar en los asuntos públicos? ¿ nos importa todo esto?

9 comentarios:

insider dijo...

Creo que tenemos algo de solapamiento. Me explico: esta mañana o anoche ya no me acuerdo (es lo que tiene la vigilia) oía a alguien reflexionar sobre el papel de los partidos políticos y el secuestro que han realizado de todo lo que se apellide democracia a nuestro alrededor. Todos sabemos, tú la primera, que los partidos políticos no son precisamente el paradigma de la democracia y es por ello y si convenimos en hacer un silogismo, la democracia en nuestros días está corrupta. ¿Aprobado, Sra.Xerach?

Emilio dijo...

La realidad, en mi opinión, es que los partidos políticos tienen el monopolio del acceso a las instituciones representativas. Esto es malo? Yo siempre comparo el estatus del ciudadano-administrado con el del ciudadano-militante. Si el funcionamiento de las instituciones es razonablemente democrático y transparente, no es así en el caso de los partidos. Comparemos los siguientes puntos:
1. financiación: el proceso de aprobación, totalmente abierto y transparente de las AAPP. Por contra, hay muchas sombras en las cuentas de los partidos.

2. participación: como ciudadanos, a pesar de ser un sistema de listas cerradas, elegimos representantes públicos directamente. Los militantes no eligen directamente, tienen que delegar su voto en compromisarios de un congreso. Esto tiene su explicación histórica en la época en que los partidos eran asociaciones ilegales y clandestinas en el sxix y principios del xx. Por qué, hoy por hoy, un militante no puede elegir directamente a su presidente o secretario general?

3. Sobre la disciplina interna... que cualquiera compare el sistema de garantías del derecho sancionador administrativo con el de un partido político...

En fin, quien tiene que aprobar las reformas necesarias para democratizar la vida interna de los partidos políticos? Es un círculo vicioso del que costará salir.

Un saludo.

Dulce Xerach dijo...

Hola Emilio

Hoy por hoy un militante no elige directamente a su presidente... solo indirectamente.

Está claro que es algo que debemos cambiar para mejorar, pero no es fácil.

Anónimo dijo...

Sobre el tema de la Constitución, podríamos hablar largo y tendido. Resumiendo, la Constitución dura...porque no se cumple. Y los primeros que la incumplen son los diputados que votan siguiendo órdenes de sus jefes, cosa prohibida por la propia constitución(que en otro de sus artículos prohibe el mandato imperativo). Si tuviésemos un sistema democrático, podrían anularse TODAS las leyes que se han aprobado por las Cortes en estos 30 años, son nulas de pleno derecho, pues todas ellas, han sido votadas bajo el mandato imperativo, PROHIBIDO por la Constitución. ¿Para qué seguir?, cualquier análisis medio serio de la misma la deja en evidencia. Si ni siquiera fue elaborada por unas Cortes constituyentes, sino que en una legislatura ordinaria, los diputados se autoconstituyeron por arte de magia y la elaboraron. Para más inri, comenzaron a elaborarla en secreto, y una filtración de los medios hizo que lo sacaran a la luz. Esa es la democracia que tenemos.

Para no seguir, pego un artículo que creo refleja perfectamente lo que significa la Constitución para los españoles.

Fiesta constitucional

Treinta años de fundamentalismo legal. De la ley a la ley. De la ley de la dictadura, a la dictadura de la ley. O sea, de la ilegitimidad de aquella ley orgánica del poder a la ilegitimidad de esta ley monárquica del poder. Sin esa identidad de alma ilegítima, entre dos estados legales distintos pero no diferentes en lo subestante, habría sido imposible el éxito político de una transición desde el imperio de un partido estatal al de varios partidos estatales. Para perpetuarse, esta Transición de un poder manifiestamente incontrolado a otra forma de poder institucionalmente incontrolado, se dotó a sí misma de una Ley fundamental del Reino, a la que todos los que han sido encumbrados, por ella, llaman impropiamente Constitución, y en cada aniversario se celebran a sí mismos. Su texto no alcanza a tener siquiera la categoría jurídica de una Norma fundamental, puesto que excluye de su imperio a todo lo que no sea exclusivamente legal, aunque pertenezca a la esfera del derecho, como las normas jurídicas derivadas de la ética social, la moral personal, los derechos naturales, las costumbres civiles, los principios de lo justo y la libertad creadora de instituciones no estatales.



Esta bastarda Constitución, carente de legitimidad de origen, puesto que no fue hecha en Cortes Constituyentes, sino por el poder constituido en Cortes ordinarias, ni tampoco elegida por una sociedad civil condenada a ratificar lo que el Estado le dictara, carece además de toda legitimidad de ejercicio, pues su aplicación práctica no ha dejado el menor resquicio para que los distintos poderes clásicos del Estado puedan ser controlados unos por otros. La consecuente irresponsabilidad de esta monarquía creó la incompetencia y la corrupción de todos ellos. La imprevisión de la crisis por quienes presumen de tener el mejor sistema bancario del mundo, y la torpeza en el tratamiento de sus causas, prueban la ineficacia del Régimen monárquico para lo que no sea enriquecimiento de sus partidarios más cercanos o progresiva disolución del Estado en Autonomías. Desde el punto de vista de la teoría constitucional, no puede considerarse ni llamarse Constitución a una simple Ley de leyes, que además de no separar, en origen, los tres poderes del Estado, no reconoce ni constituye el derecho político de los gobernados a elegir y deponer libremente a sus gobernantes y diputados.



Cuatro soberanos: Real, nacional, popular y parlamentario. Un abstracto, “España”; un reflexivo, “se constituye”; y tres absurdos: “en un Estado social”, como si antes fuera asocial; “de Derecho”, como si pudiera ser ánomo; “y democrático”, como si el Estado fuera susceptible de elección voluntaria. Metroscopia (El País, 7-12-08): el 88% reconoce que no conoce la Constitución, el mismo porcentaje que desea reformarla, muy superior al que dijo “SÍ”, sin conocerla, hace treinta años. Ese es el motivo de la fiesta.

Anónimo dijo...

Lluvia, te metes unos chaparrones o mejor dicho unos diluvios que no para de llover.
Necesitamos lluvias mas cortas y mas directas, porque sino al final me tendré que hacer una arca para leerte.

Anónimo dijo...

Que tal Dulce?

No te conozco personalmente, pero tengo una cosa clara. A través de todos tus comentarios me he dado cuenta de algo. Estas Sola. Prefiero decirlo, antes que callar.
Por eso has hecho este Blog.
Te mando un fuerte abrazo desde aqui. Refugiate en aquellos que te comprenden. Siempre el amor a cuestas...ahí-

Cuidate, vale.

Anónimo dijo...

De cara a la participación ciudadana, creo que realmente sí que nos importa la participación en los asuntos públicos, como demuestran las 45.000 firmas presentadas por Ben Magec para avalar su Iniciativa Legislativa Popular de Ley de medidas para la renovación de la planta alojativa turística y la contención de su crecimiento. Iniciativa que, por cierto, rechazan CC y PP.

Considerando que 45.000 personas verán desestimada su petición, creo que la pregunta ha de ser si el sistema democrático realmente funciona. Y una vez contestada esta pregunta, podríamos contestar a si el funcionamiento interno de los partidos es democrático.

Si la la toma de decisiones NO responde a la voluntad colectiva de los miembros de la sociedad, no esperemos que la toma de decisiones de un grupo político responda a la voluntad colectiva de los miembros de dicho grupo.

En Canarias queda claro que vivimos una Oclocracia y en tu partido se vive una clara tiranía de la mayoría.

Xao

Dulce Xerach dijo...

Hola anónimo o anónima: ¿ a qué te refieres con que estoy sola? no me siento así...

Dulce Xerach dijo...

Luis, te voy a contestar con una nueva entrada sobre el voto a la iniciativa legislativa popular